Columna Invitada

El juego de poder en las negociaciones entre México y Estados Unidos

Cualquier ventaja, por muy pequeña, se convertiría en moneda de cambio a favor de la delegación estadounidense

El juego de poder en las negociaciones entre México y Estados Unidos
Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Un capítulo más en las inevitables e históricas relaciones bilaterales entre México y su vecino del norte, Estados Unidos, ya ha comenzado. Con la llegada al poder del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, el mundo y la totalidad de los mercados internacionales ya han comenzado a resentir las inclemencias de sus decisiones, sobre todo, en materia comercial.

En este sentido, México no ha sido la excepción y junto al otro socio económico de los estadounidenses en la región de Norteamérica (Canadá), han empezado a ver en peligro sus inversiones y relaciones comerciales con el país de las barras y las estrellas.

En medio de este turbulento ambiente de crispación y volatilidad política y económica, el gobierno mexicano encabezado por su presidenta, Claudia Sheinbaum, está tratando de sortear la tempestad que ya ha dado comienzo desde una postura digna y firme ante los arrebatos de su homólogo estadounidense.

Al menos ésta ha sido la sensación mediática que se ha logrado posicionar en el escenario internacional de acuerdo con datos revelados por el periódico “The New York Times”, en días recientes. Lo revelador de la nota son dos elementos: en primer lugar, se da a conocer que, a diferencia de su contraparte canadiense, Trump sí ha comenzado a tener un profundo respeto por la presidenta de México y sus declaraciones emitidas durante sus intercambios diplomáticos, así lo revelan.

En el cuerpo de la información emitida por el medio estadounidense, el presidente Trump se refiere a la presidenta Sheinbaum con ciertos elogios calificándola de “mujer maravillosa” con la que tiene una relación “muy buena”.  Por si esto no fuera suficiente, se dio a conocer en la misma fuente de información que, durante las conversaciones bilaterales sostenidas hace algunas semanas entre ambos mandatarios, la posición de la presidenta mexicana, además de haber sido todo el tiempo escuchada y analizada por el presidente estadounidense, también culminó con una somero, pero sustancial: “eres dura”.

En suma, la exposición de motivos y adecuada argumentación de las ideas de la mandataria mexicana no solamente es bien recibida y percibida por Trump, sino por su círculo más cercano, de acuerdo con “The NY Times”: “su presencia serena y los resultados que ha obtenido en materia de migración y fentanilo parecen haberle granjeado su respeto, según afirman funcionarios de ambos países, y han impresionado a miembros clave de su gobierno, como el subdirector de Gabinetes de Políticas, Stephen Miller, quien supervisa la política interior y es asesor de seguridad nacional.”

Otro indicio de que la relación con el gobierno mexicano va mejorando es que, en voz de algunos asistentes en dichos intercambios: “Trump guardó silencio durante un buen rato después de que ella dejara de hablar, y entonces, tras elogiar a Sheinbaum, comenzó abruptamente a atacar a Canadá”.

El segundo componente para destacar en la información dada a conocer por el medio estadounidense es que la estrategia de Claudia Sheinbaum ha cambiado volviéndose menos confrontativa, a diferencia de sus primeras declaraciones a finales del mes de enero de este año, pasando a ser más reflexiva y cauta.

Esto podría verse reflejado en la entrega pactada de los principales líderes de las organizaciones criminales en México y su traslado hacia las cárceles en Estados Unidos, ya que este movimiento no solamente podría entenderse como una ofrenda de buena voluntad entre ambos mandatarios en aras de saldar y fortalecer los vínculos de cooperación entre ambos gobiernos, sino como un avance sustancial en la relación en materia de seguridad trasnacional en momentos claves para el avance y la búsqueda de canales de entendimiento entre ambas naciones.   

En otras palabras, un fenómeno histórico de traslado de líderes del narcotráfico tan numeroso, como el que se efectuó en días pasados, simboliza la utilización de la primera carta de alto valor que el gobierno mexicano tuvo que esgrimir para apaciguar, por ahora, la tempestad económica que se cierne sobre los cielos de la economía local y la latente amenaza de intervencionismo militar que el gobierno del presidente Trump ha dejado entrever en numerosas ocasiones.

Aunque también puede interpretarse como una adecuada lectura de traducción y entendimiento de la contraparte mexicana sobre su par estadounidense con relación a su forma de ver y entender la política diplomática entre ambas naciones. En otras palabras, Claudia Sheinbaum ya entendió qué y cómo negociar con Trump y, por ende, su prioridad es comprar tiempo, a la par de establecer señales de que, de este lado, existen aliados y no enemigos. ¿Comprar tiempo para qué?

Para diversificar la economía local y buscar nuevos socios regionales o intercontinentales que le faciliten implementar políticas de desarrollo sostenible a lago pazo como la política industrial, la recuperación y modernización del sector energético de México, entre otros proyectos que ya ha presentado y se ha comprometido a llevar a cabo. Pero para volver realidad esta gama de iniciativas se requiere tiempo y grandes inversiones, por lo que la ineludible prioridad debe ser, entonces, conseguir pacificar y establecer orden y tranquilidad en las negociaciones bilaterales para desarrollar estos planes.

Llama la tención que después de la última negociación entre ambos líderes, el celular de la presidenta haya sido “hackeado” al día siguiente, justo después de haber conseguido un acuerdo dilatorio en favor de la implementación de los aranceles hacia México; llama aún más la atención que dichas acciones de intervención cibernética se hayan ejecutado en su correo también, ya que como la misma mandataria aclaró apenas este lunes 17 de marzo, en el caso del dispositivo electrónico, fue uno que usaba durante su gestión cuando era la alcaldesa de Tlalpan, y en el caso del correo electrónico, de igual manera, fue utilizado como una cuenta terciaria. Pese a ello, el evento “enciende las alarmas” en Palacio Nacional de que alguien externo ha querido forzar los cerrojos cibernéticos del primer círculo de información del gobierno nacional, bajo propósitos aún desconocidos, o quizás no.

En este sentido, es pertinente preguntarse: ¿será en realidad que la contraparte de las negociaciones norteamericanas no tuvo nada que ver con este ataque y, de ser así, por qué el New York Times fue el primer medio de comunicación que dio a conocer dicha intrusión?

Quizás pudiera sonar paranoico el siguiente razonamiento, pero en medio de negociaciones de alto nivel, cualquier ventaja, por pequeña que ésta pudiera ser, se convertiría en una moneda de cambio a favor de la delegación estadounidense, sobre todo, si se encontrara información sensible y delicada.  

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES 

PRESIDENTE DEL INAP 

@DRLMMA56

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