UNA CHAIRA EN EL HERALDO

Una Guardia militar

Quienes cambiaron la narrativa fueron los propios estadounidenses, cuando se interesaron en agregar las drogas a su agenda de seguridad nacional

OPINIÓN

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Fernanda Tapia / Una Chaira en El Heraldo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Tuve el placer de entrevistar a Osvaldo Zavala quien ha sido periodista, escritor y hasta catedrático en Nueva York. Y de plano mejor dejé que descosiera porque sus ideas son muy clarificantes, y me dijo: “Mis primeras dudas acerca de la narrativa sobre la guerra contra el narcotráfico, se fueron dando en los años 90, cuando trabajaba como reportero en el Diario de Juárez y aprendí que no había una continuidad entre lo que las autoridades decían que estaba pasando y lo que nosotros más o menos podríamos ver  con el trabajo periodístico en las calles”.

Al pedirle un ejemplo, Osvaldo me dice: “Bueno, era el 96 y comenzó a hablarse del Cártel de Juárez y sobre todo de Amado Carrillo Fuentes, como -la gran amenaza-. El gran monopolizador de la cocaína a nivel continental. Y no había hechos que respaldaran alguna de esas afirmaciones. De hecho hubo algunos decomisos, algunas detenciones muy publicitadas. Y se detuvo a  Amado Carrillo unos años antes. Sin duda el señor era un traficante, pero el salto que hacían las autoridades de hablar acerca de él y las organizaciones como el gran monopolio de la droga, estaban basados en una fantasía”.

Después le pregunto al maestro Zavala a quien le sirve que se hable de esta manera, magnificando a los narcos?!: “ En primera instancia, los articuladores de ese discurso fueron las autoridades estadounidenses. Principalmente beneficiadas de inmediato. Nosotros no. Ni siquiera nuestras autoridades. Que por allá de los años 90, veían a estos criminales como algo marginal, de tema policial. Y algo bajo el control total (porque así estaba), de instancias como la Dirección Federal de Seguridad, la Policía Federal o el Ejército Mexicano. Cuándo digo -control- (y esto está documentado), me refiero a la total sumisión, subalternización de estos grupos y estos traficantes utilizados con fines políticos. Así que más bien, quienes cambiaron la narrativa fueron los propios estadounidenses, cuando se interesaron en agregar las drogas a su agenda de seguridad nacional”.

Y luego regresando a nuestro país: “ Algo pasó en esa reunión a principios de su mandato con el ejército y después de estos tres años de gobierno, que reinstaló a Andrés Manuel López Obrador en esa lógica de violencia. Es muy sintomático de lo que ocurre a nivel global. En el nombre de la SEGURIDAD, contra diferentes enemigos: se militarizan fronteras, se hace un gasto enorme en armas y se hace permisible la violencia contra los más vulnerables. Los más beneficiados a nivel doméstico serían nuestras fuerzas armadas. Es nuestro aparato de seguridad y la clase político empresarial, que los instrumentaliza con fines expansivos y políticos muy específicos”.

Las palabras del maestro Oswaldo Zavala dan cierta lógica al por qué ahora se trata de poner al ejército al mando de la Guardia Nacional, cuando la política de mi Presidente sigue siendo de “abrazos,  no balazos”.

POR FERNANDA TAPIA
DENUNCIAS@FERNANDATAPIA.COM 
@TAPIAFERNANDA

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