Los integrantes de la Asociación de Bancos de México creyeron ver rondando en su sede al fantasma de la expropiación bancaria de 1982.
Ante esas visiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador les mandó el siguiente mensaje al clausurar su 84 Convención Bancaria: "Ustedes no dejen de preocuparse, vamos a seguir con la misma estrategia para que ustedes operen con libertad y sin trabas"... siempre y cuando no cometan chanchullos.
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Les aseguró que no cambiarán las reglas para que sigan trabajando sin trabas de ninguna índole en el mercado nacional.
“Que nadie se confunda, seremos siempre respetuosos de las empresas y de los bancos, del sector privado nacional y extranjero”, les dijo.
Y les aclaró: “estamos a favor de que se hagan negocios en México, en el marco de la ley, y con ganancias razonables; lo que no se permite es la corrupción y el influyentismo; eso se acabó”.
Después de la aprobación de la contrarreforma energética por parte del Congreso, no faltó algún banquero que se asustara y advirtiera a sus compañeros que, en un arranque de populismo financiero, el gobierno de la 4T podría estar pensando en emular a José López Portillo y decretar la expropiación de los bancos comerciales.
Argumentando falta de cooperación de los dueños del billete para enfrentar la crisis económica agravada por la pandemia; escasa en inversión privada, fuga de capitales, ganancias exorbitantes por las tasas de usura que cobran a los usuarios de crédito, y otras cosas horribles, horribles que hacían las instituciones.
Quienes entendieron el mensaje, rápidamente respondieron: vamos a otorgar más créditos, a bajar las tasas de interés, a ampliar nuestras sucursales para que ningún municipio se quede sin servicios financieros, y a portarnos bien.
Y al parecer eso se lo hicieron saber al secretario de Hacienda, quien anunció que en coordinación con la Asociación de Bancos de México (ABM) se implementarán nuevas medidas con las que habrá crecimiento económico, así como tasas de interés más bajas en créditos hipotecarios, al consumo y para las pequeñas y medianas empresas; para créditos hipotecarios, las tasas podrían caer hasta 17 por ciento de donde están ahora, para personales, disminuirían entre 12 y 15 por ciento, y para los de tarjeta de crédito podrían caer hasta 30 por ciento.
"¡De lengua me como un taco!", exclaman los observadores.
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AGENDA PREVIA: Quien siente pasos en la azotea con las elecciones, es Patricia Durán, alcaldesa de Naucalpan, que quiere reelegirse, pues empieza a percibir que los números podrían jugarle en contra. A pesar de ser una personalidad reconocida en el Estado de México, su gestión al frente de este acaudalado municipio deja mucho que desear, sobre todo en materia de combate a la corrupción, una de las principales banderas de Morena.
Por esa razón, empiezan a sonar fuerte otros precandidatos que podrían darle batalla, y que cuentan con fuerte respaldo del sector empresarial y los ciudadanos de la entidad, que no están satisfechos con los resultados que deja Durán Reveles en el municipio.
Por LUIS SOTO
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dza