Cada vez que las mujeres comienzan a brillar en espacios tradicionalmente dominados por hombres, las violencias hacia ellas se ven exponenciadas. Un triste ejemplo de ello es la streamer mexicana Samantha Rivera, mejor conocida como "Rivers", pues a través de su cuenta de X (antes Twitter) reveló que ha sido víctima de cientos de comentarios de odio y amenazas de muerte.
Estos aterradores mensajes comenzaron a ser aún más preocupantes después de haber ganado el premio a la "Streamer del Año" en los eSports Awards, lo que confirma que la violencia de género se encuentra muy presente en la comunidad gamer internacional y ha encendido una profunda conversación sobre la violencia machista en las plataformas digitales, especialmente en una industria dominada históricamente por hombres.
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Rivers, originaria de Monterrey, es una figura destacada en la escena del streaming en Latinoamérica y es que a lo largo de su carrera, ha representado a México en eventos internacionales como la "King's League" y "La Velada del Año", destacándose por su carisma y talento. Sin embargo, su reciente triunfo ha desencadenado una ola de odio en su contra, lo que ella misma ha descrito como incomprensible debido a que en todo momento se ha mantenido fuera de polémicas.
Streamer mexicana recibe amenazas de muerte a través de redes sociales
Fue a través de sus redes sociales en donde la streamer expresó su confusión y temor ante la magnitud del acoso que ha estado recibiendo. "Los comentarios, mensajes en todas mis redes de odio y acoso y hasta amenazas de muerte que llevo recibiendo desde hace días por otras comunidades no tiene sentido", señaló la streamer, visiblemente afectada.
Esta declaración pone en evidencia una problemática mucho más amplia y preocupante: la normalización de la violencia digital, especialmente dirigida hacia las mujeres que logran destacar en espacios predominantemente masculinos. De la misma forma, la streamer también hizo un llamado a la reflexión, no solo a los individuos que participaron en el acoso, sino también a las comunidades que permiten que este tipo de comportamientos se normalicen.
"A la gente con comunidad tan grande que no les importa decir cosas malas acerca de una persona sin saber nada de ella, espero que se den cuenta de la repercusión que tienen", afirmó, subrayando la importancia de la responsabilidad colectiva en la creación de un ambiente más seguro y respetuoso en línea.
La violencia digital, un problema que afecta a miles de mujeres
La situación de Rivers no es un caso aislado, pues según un informe de la ONU Mujeres, el 73% de las mujeres ha sido expuesta o ha experimentado algún tipo de violencia en línea, y una de cada tres mujeres ha sufrido acoso sexual en plataformas digitales. Estos números son alarmantes y reflejan un patrón de violencia de género que trasciende fronteras y sectores, siendo particularmente prevalente en la industria de los videojuegos y el streaming.
Y es que las mujeres que se destacan en estos ámbitos suelen enfrentar una doble carga: por un lado, deben demostrar constantemente su valía en un entorno que cuestiona su presencia, y por otro, deben lidiar con una comunidad que, en muchos casos, no tolera su éxito. En el caso de la Rivers, el odio que ha recibido parece estar vinculado al hecho de que, en un espacio donde se esperaba que un hombre fuera el galardonado, una mujer joven y latina obtuvo el reconocimiento.
El impacto de este tipo de violencia no es únicamente simbólico ya que tiene repercusiones tangibles en la salud mental y emocional de las víctimas. "Me impresiona y asusta lo mie*** que puede llegar a ser la gente con alguien sin pensar en cómo se sentirá esa persona y sin nisiquiera conocerla ni hablar su idioma", expresó Rivers en su mensaje, visibilizando el costo psicológico que el acoso puede tener en las personas.
Diversos estudios han mostrado que el acoso en línea puede llevar a la depresión, ansiedad, trastornos de estrés postraumático, e incluso a pensamientos suicidas y es que el anonimato que ofrecen las redes sociales y plataformas de streaming, junto con la falta de consecuencias reales para los agresores, crea un entorno donde la violencia puede proliferar sin frenos.
En este contexto, surge la pregunta sobre la responsabilidad que tienen tanto las plataformas digitales como la propia comunidad gamer en la propagación y el manejo de este tipo de comportamientos. Aunque plataformas como X, Twitch y YouTube han implementado políticas y herramientas para combatir el acoso, muchas veces estas medidas son insuficientes o no se aplican de manera efectiva.
Además, la cultura de competitividad y toxicidad que prevalece en ciertos sectores de la comunidad gamer contribuye a perpetuar el ciclo de violencia. Es así como la situación que enfrenta Samantha Rivera es un recordatorio urgente de la necesidad de abordar la violencia de género en todos los espacios, incluidos los digitales; pues su experiencia refleja un problema estructural que afecta a mujeres en todo el mundo, especialmente en industrias dominadas por hombres como la del gaming y el streaming.
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