Los gatos poseen un sentido del oído extraordinariamente desarrollado, capaz de captar frecuencias sonoras que están fuera del alcance del oído humano. Esta habilidad auditiva superior les permite detectar sonidos de alta frecuencia. De acuerdo con los expertos, las personas solo pueden escuchar sonidos de hasta unos 16,000 a 20,000 Hz, mientras que los felinos domésticos tienen la capacidad de captar frecuencias de hasta 50,000 Hz.
Vale mencionar que las orejas de los gatos cuentan con 32 músculos que les permiten orientarlas y captar sonidos con mayor eficacia. Esta aguda percepción auditiva ha sido fundamental para su supervivencia a lo largo de la evolución y les ha permitido adaptarse a diversos entornos. Te contamos cuáles son los sonidos que pueden oir, imperceptibles para los humanos.
Los sonidos que oyen los gatos
Los gatos oyen ruidos mucho más agudos de los que los humanos son capaces de escuchar. Las frecuencias ultrasónicas son un claro ejemplo de ello, ya que las mismas pasan completamente inadvertidas para el oído humano, siendo uno de los sonidos que solo escuchan los felinos. Los silbatos ultrasónicos, también conocidos como silbatos silenciosos o silbatos de Galton, emiten ondas sonoras con frecuencias superiores al límite audible del oído humano. Este tipo de instrumentos no son recomendados por algunos expertos, ya que pueden perjudicar el bienestar de los animales.
Los gatos pueden percibir estímulos que se producen a 20 o 25 metros de dónde se encuentran. Ésta es la razón por la que tu mascota sabe cuándo estás a punto de llegar en casa mucho antes de que te acerques a la puerta. Sus extraordinarios sentidos le permiten reconocer tu olor, tu voz, el ruido de tus pasos, o incluso de tus llaves, a varios metros de distancia. También, pueden escuchar con facilidad los sonidos que hacen algunos animales como los ratones. Esta capacidad es fundamental para la localización de sus presas.
Vale mencionar también los sonidos que se producen en la naturaleza, que muchas veces percibe el oído humano, pero a los gatos les resulta más fácil por su gran capacidad auditiva. Nos referimos a las hojas de los árboles moviéndose con el viento, las gotas de agua de lluvia cayendo sobre el césped, las masas de agua siguiendo su curso, el zumbido producido por la fricción de las alas de los insectos, los diminutos pasos de las hormigas llevando alimento a su colonia, el ruido que hacen las aves y los murciélagos al batir sus alas, entre otros.