Respeto, hermandad, lealtad y familia, con esas palabras se definen los cholos de la Mexican For Life (MFL) que residen en los barrios más faltosos de la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México. “Si imitas nuestra forma de vida, es una burla”, es la dura sentencia que lanza el “Fois” para todo aquel que piense que este estilo de vida es para tomarse como una broma.
No es altanería, ni ser mejor que otros, es la vida que este grupo de cholos eligió con su ropa tumbada, su amor por la música rap y la decena de tatuajes que forman un lienzo infinito de historias, peleas, familia y algunos colegas que cayeron en el camino por enfrentar a rivales de otras pandillas, por andar en malos pasos o por no aguantar el ritmo y terminar como una “borrega”, hablando de más.
El que la caga la limpia, si hay bronca no te puedes desafanar, sentencia.
Puro Iztapalapa, pura gente bella y guapa
Todos coinciden que entraron a la pandilla por gusto, por sentirse parte de un grupo y un amigo o familiar los ayudó a “brincarse”. “Brincar” es este ritual que existe entre varios grupos o pandillas, donde por 13 segundos se pelean contra quien los "brincó" u otro miembro de la clika, casi siempre mayor de edad, y terminan pateados en el piso. El valor que muestras al "brincar" define el respeto que te tendrán el grupo y la hermandad que se puede lograr. También ayuda, según el "Fois" a saber quién podría ser una "borrega". Este calificativo es para las personas que hablan de más al momento de recibir algunos golpes, puede revelar secretos de la pandilla por su fragilidad y al final en ningún grupo de pandilleros son bien vistos.
Los códigos de la clika son claros; ser un buen homie, asistir a las reuniones del grupo cada mes, ser honesto con la pandilla y no hablar de más. Así es como te ganas el cariño de la clika y puedes crear una hermandad y conseguir ayuda si estás involucrado en una pelea o tu familia necesita de algún favor. Todos en la Mexican For Life coinciden que les encanta el desmadre y andar de faltosos, a pesar de que los años ya comienzan a pesar en ellos y han formado familias, ven a sus hijos como algo a proteger y por eso su vida es más “dalay” y buscan trabajos un poco más formales en locales pequeños arreglando bicicletas o actuando para series interpretando personajes secundarios o como el “Fois”, que tiene su canal de YouTube “Music Game” donde lanza barras, además de tatuar.
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Quedan pocos cholos en los barrio de Iztapalapa
Otra cosa que une a este grupo de cholos son las heridas de guerra, el “Fois” confiesa que por andar de faltoso lo han picado y hasta pegado algunos tiros, a otro amigo cholo casi le arrancan la oreja derecha durante una pelea contra otro rival y a otro "homie" narra que durante una feria de barrio un tipo le dejó ir la boquilla rota de una caguama en el brazo, solo por cobrarle unos alimentos que le tiró por chocar con él. Al final no buscan pleito, pero si los buscan no se rajan y la familia siempre está para protegerlos.
Sí, nos gusta andar de pandilleros y el desmadre.
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