Tras el recuento de sus primeros 100 días de gobierno y la presentación del Plan México como un abanico de alternativas para la conducción eficaz del país, la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene un porcentaje de aceptación por encima del 80%, lo que lleva a considerar una sólida confianza de la población en su administración.
Pero incluso quienes tenían reservas parecen haber cambiado su postura ante el comportamiento sereno que ha mostrado en sus apariciones públicas. La imagen disciplinada y su discurso más concreto, son rasgos que definitivamente la alejan del período anterior.
Y es que con anuncios tales como la reinstauración de las estancias infantiles y reformas para aprovechar la coyuntura de la educación y la ciencia, todo apunta a que la mandataria comenzó la construcción de su propio estilo de gobernar.
Así las cosas, estamos frente a un marco ambicioso para ampliar el alcance de las políticas públicas y profundizar en temas de reorganización de rubros sensibles como los servicios de salud y la seguridad social.
Todo esto envía el mensaje de revaluación de las condiciones sociales y económicas del país y el planteamiento de un gobierno que, de a poco, comienza a tomar distancia de su predecesor.
Por ello también es de notar el curso que ha tomado la estrategia de seguridad con la permanencia del secretario García Harfuch en Sinaloa, la captura de importantes líderes de los cárteles y los cargamentos de fentanilo decomisados.
En Guerrero, la propia mandataria dio muestra de proximidad con la gente – diferente al estilo pasado– al recorrer el puerto y anunciar 8 mil millones de pesos para su rehabilitación.
Ahí mismo, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch, destacó la estrategia integral derivada del Plan México para combatir delitos de alto impacto.
Un esquema de seguridad que ya no incluye los “abrazos” sino la creación de un equipo interinstitucional y su despliegue en 252 colonias, la instalación de arcos detectores en carreteras, la detención de más de 600 delincuentes y el aseguramiento de más de 20 toneladas de drogas y armas.
En el contexto económico destaca la renovación del pacto con la Unión Europea, un tratado fundamental si consideramos los amagos del presidente Trump con la imposición de aranceles a las exportaciones de México.
Este convenio viene a reafirmar el buen posicionamiento de nuestra nación en materia de cooperación y relaciones económicas con el bloque europeo. Favorece el intercambio comercial en los rubros agroalimentario, el suministro sostenible de materias primas, así como también reforzará compromisos de combate a la delincuencia organizada transnacional y mejora de las regulaciones migratorias.
Tan sólo en 2023 el comercio con los países europeos significó para México 82 mil millones de euros.
Vistos estos primeros resultados, le confieren a la actual administración una integración distinta que la separan del modelo implantado por el último sexenio. Si bien siguen escuchándose los ecos de continuidad, se ha dado un golpe de timón, un cambio de rumbo… Ya veremos a qué puerto nos conduce.
POR WALTER OLIVERA
@WALTEROLIVERAV
COMUNICADOR
EEZ
