Leo en redes sociales rentas en la zona Roma-Condesa-Ex Hipódromo, el cuadrante de moda en la CDMX, en donde Dua Lipa come, pasea y echa novio cuando viene a México: departamento de 65 metros cuadrados, sin estacionamiento, 30 mil pesos o mil 600 dólares, mensuales; otro de 100 metros cuadrados, 60 mil pesos o 3 mil 333 dólares mensuales. De comprar mejor no hablamos. Es una zona terriblemente sobre valuada, cuyo efecto se expande al resto de la ciudad.
Hablemos de los precios de restaurantes. Para ilustrar el optimismo, los invito a hacer una simple comparación de los menús de los restaurantes de esta zona con barrios similares de Madrid y París; por ejemplo, La Gran Vía o el Barrio Latino, respectivamente. Comprobarán que los precios de los alimentos, particularmente de bebidas, como el vino, son más caros en la Roma-Condesa que en estos barrios del turismo mundial. Si lo comparan con los restaurantes promedio de Polanco o Plaza Artz, territorio de mirreyes, buchonas, escort, políticos y narcos, la diferencia es de escándalo.
Dirán que no me tire al piso. Que son las leyes del mercado. Que el turismo, los nómadas digitales y los hoteles boutiques mejoran la economía de la ciudad. Falso, solo benefician a una mafia.
Desde el año dos mil vivo en la Ex Hipódromo, fui tal vez uno de los últimos que pudo comprar un departamento a precios justo a dos cuadras del Parque México. He sido testigo de cómo las mafias inmobiliarias y los dueños de restaurantes se han ido apropiando de este territorio, expulsando familias, sin ningún respeto al patrimonio arquitectónico y cultural de la zona.
En los momentos complicados que han pasado estas colonias, somos los vecinos los que hemos afrontado los problemas, como ocurrió con el sismo de 2017.
Muchos apoyamos la iniciativa de reforma del jefe de Gobierno, Martí Batres para regular las rentas en la CDMX; es un primer e importante paso en contra de la mafia inmobiliaria capitalina y para encausar la gentrificación que padecen algunas zonas de la ciudad.
Lo que propone Batres es una vieja demanda ciudadana para establecer que el aumento de rentas no sea superior a la inflación. Que se fortalece con la creación de un registro digital de contratos y la construcción de vivienda populares. Controles similares se han establecido en grandes ciudades, como Nueva York, Berlín, París, Singapur y Madrid.
Por Cierto, ahí le encargo a Martí Batres que le diga al vecino servidor público o empresario que vive en uno de los edificios de la Calle México, muy cerca del restaurante Maqué de la calle de Ozuluama, que pague pensión de las cinco “camionetotas” blindadas suburban que necesita para cuidarlo y que no invada los lugares de los visitantes del Parque México. Se pasa.
Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ
MAAZ