Columna Invitada

Teuchitlán: las reacciones

Es hora de poner en el centro a las víctimas, tanto en las normas, como en los hechos y en la empatía

Teuchitlán: las reacciones
Arturo Sánchez Gutiérrez / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Ante los lamentables hallazgos en Teuchitlán, Jalisco, son muy sorprendentes las reacciones de todos los actores. Por principio, es de elogiar la actuación persistente de las organizaciones de padres y madres buscadoras, que no descansarán hasta obtener información y se les haga justicia. El tema no es menor, pues al igual que los padres de los normalistas de Ayotzinapa, el combustible que mantiene viva su lucha es uno de los dolores más profundos para cualquier persona: la pérdida o el temor a la pérdida de un hijo o hija.

Por su parte, la presidenta Sheinbaum reaccionó adecuada y oportunamente, al enfrentar abiertamente el tema de las personas desaparecidas y proponer diversas medidas para atender el problema. Al hacerlo, quedó en claro que se trata de una asignatura pendiente que no fue atendida por el gobierno de López Obrador. Sin criticarlo, la Presidenta hizo evidentes las diferencias entre las políticas del gobierno anterior y éste. Su discurso en la mañanera fue impecable, aunque sus declaraciones posteriores no escaparon a la enfermiza necesidad de criticar las políticas del pasado, en particular del presidente Calderón. En cambio, ante quienes retomaron el grito de “ex narcopresidente” en redes sociales, la Presidenta pidió, casi paternalistamente, que ya lo dejaran en paz.

Con todo, la Presidenta tenía la oportunidad de recibir personalmente a la representación de madres buscadoras y sus diferentes organizaciones. Eso habría bastado para darle contenido a la parte de su discurso que afirmó: “Siempre estaré del lado de las víctimas y la justicia (…) Actuaremos con sensibilidad y empatía con quienes buscan a sus hijos o sus seres queridos (…) Escucharemos la necesidad de las personas desaparecidas”. Al no hacerlo, se perdió una oportunidad más de ser una Presidenta que hace la diferencia.

En lugar de eso, se prefirió acusar a los adversarios y conservadores de montar una costosa campaña en las redes sociales. Se trata de la misma estrategia del gobierno anterior y, por lo tanto, tendrá el mismo fin: polarizar y mostrarse impermeable a cualquier crítica o comentario que difiera de su postura.

Por lo pronto, la FGR atrajo el caso y está a la espera de que la Fiscalía de Jalisco le entregue la información para que pueda investigar y a ofrecer resultados. Se inicia así una difícil etapa de indagaciones jurídicas, envuelta en una polémica sobre el alcance al que ha llegado la violencia en el país. Es hora de poner en el centro a las víctimas, tanto en las normas, como en los hechos y, sobre todo, en la empatía que debe mostrar toda la sociedad y el gobierno. Una declaración mal hecha que ponga en duda la veracidad de las evidencias encontradas hasta hoy, o que minimice la tragedia de los hallazgos, sólo profundiza el dolor y reduce el impacto de los intentos gubernamentales por resolver los problemas.

POR ARTURO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ

PROFESOR INVESTIGADOR, ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y GOBIERNO

TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@ARTUROSANCHEZG

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