Octubre, además de llegar con su clima helado y las lunas más hermosas de todo el año, también es considerado el mes rosa porque estos días se dedican a crear conciencia y sensibilizar sobre el cáncer de mama. Es así como el pasado 19 de octubre se conmemoró el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama y pudimos ver distintas campañas sobre esta enfermedad que puede llegar a ser devastadora.
Y es que el cáncer de mama no discrimina, por lo que distintas figuras públicas han decidido ser abiertas sobre su diagnóstico y tratamiento; entre ellas, se encuentra la icónica Jenna Fischer que a través de su cuenta de Instagram compartió esta lucha personal y ahora, ha hablado por primera vez sobre cómo fue superar el cáncer y aceptar todas las repercusiones físicas que éste trajo consigo.
La actriz, conocida por su interpretación de Pam Beesly en la versión estadounidense de "The Office", tuvo una conmovedora plática con la periodista Hoda Kotb, transmitida en el popular programa matutino "Today" y compartió los detalles más íntimos de su experiencia, desde el momento en que recibió la devastadora noticia hasta el arduo proceso de tratamiento y recuperación, siempre acompañado del apoyo incondicional de su familia y amigos.
Jenna Fischer y el impacto de su diagnóstico de cáncer de mama
Fue así como la actriz de 50 años reveló que su travesía comenzó en octubre de 2023, cuando asistió a una mamografía de rutina, una cita que, según admitió, había postergado debido a su agenda ajetreada y la percepción de que "no era tan urgente" . Lo que comenzó como una revisión rutinaria, pronto se convirtió en una montaña rusa emocional ya que 3 semanas después de esa primera visita, recibió una llamada en la que se le informó que, debido a la alta densidad de su tejido mamario, era necesario realizar estudios adicionales, incluyendo una ecografía y una biopsia.
En un momento que describe como surrealista, Fischer relató que fue mientras caminaba al aire libre cuando revisó los resultados en su portal de salud en línea y se topó con términos que la llenaron de temor: "invasivo", "ductal", "carcinoma" y "maligno". "Leí esas palabras y pensé: 'Esto suena a cáncer'", confesó. Tras confirmar la noticia con su médico, la incredulidad inicial rápidamente dio paso al miedo.
Lo que realmente me tocó fue cuando escuché la palabra 'quimioterapia'... ahí fue cuando me derrumbé, explicó Fischer.
El diagnóstico fue cáncer de mama triple positivo en etapa 1, una variante rara y agresiva, pero que afortunadamente había sido detectada en una fase temprana, aumentando significativamente las probabilidades de un tratamiento exitoso. Fue así como el tratamiento de Fischer comenzó en enero de 2024, cuando se sometió a una lumpectomía para extirpar el tumor y a partir de febrero, inició un ciclo intensivo de 12 sesiones de quimioterapia, seguido de 3 semanas de radioterapia en junio.
Además de esto, como parte de un enfoque preventivo para reducir las posibilidades de recurrencia, Fischer continúa tomando tamoxifeno, un medicamento utilizado para prevenir la reaparición del cáncer de mama, y Herceptin, un fármaco dirigido específicamente a las células cancerosas HER2 positivas y estos tratamientos se prolongarán hasta febrero de 2025.
Uno de los aspectos más difíciles del tratamiento, según Fischer, fue lidiar con la pérdida de cabello, un efecto secundario común de la quimioterapia. La actriz, conocida por su estilo discreto y su sentido del humor, recordó con una sonrisa cómo intentó cubrir una "gran calva" en el lado de su cabeza con un peinado hacia un costado: "pensé: 'Ahora entiendo por qué los hombres hacen esto'", bromeó con su característico sentido del humor.
Aunque en algún momento pensó en afeitarse completamente el cabello, Fischer mejor optó por usar gorras y pelucas, prefiriendo mantener en privado su lucha contra el cáncer. "No estaba lista para mostrarle al mundo lo que estaba pasando", confesó, añadiendo que este fue uno de los momentos en los que más valoró la intimidad y el apoyo de su familia.
Entre el apoyo familiar y los tratamientos médicos
Por otra parte, Jenna Fischer también destacó el papel fundamental que jugó su familia durante este difícil proceso; su esposo, el director Lee Kirk, estuvo a su lado en todo momento, brindándole apoyo emocional y físico: "no sé cómo lo habría hecho sin él", dijo emocionada. También habló de la fortaleza que encontró en sus hijos, Weston Lee y Harper Marie, pues aunque inicialmente fue difícil explicarles lo que estaba sucediendo, Fischer y su esposo decidieron ser completamente honestos.
Nos sentamos con ellos y les dijimos que los momentos en los que me vieran enferma no era por el cáncer en sí, sino por los efectos secundarios del tratamiento [...] Hacer esa distinción fue importante para aliviar sus temores, dijo durante la entrevista.
Pero además de su familia, la actriz también mencionó que una de las primeras personas a las que llamó fue su amiga y colega, Christina Applegate, quien había enfrentado su propia batalla contra el cáncer de mamá en años anteriores. "Lo primero que me dijo fue: '¿Cuál es?', y cuando le respondí, dijo: 'Sabía que era eso'", comentó Fischer entre risas. Applegate no solo le brindó apoyo emocional, sino que también la conectó con otras mujeres que habían pasado por experiencias similares, creando una red de apoyo invaluable durante el tratamiento.
Es así como después de meses de luchar contra el cáncer y ahora en remisión, Fischer reflexionó sobre cómo la enfermedad cambió su perspectiva de vida de manera irreversible. "Las cosas que realmente importan se vuelven tan claras, tan rápido", comentó. La actriz, conocida por su visión optimista y su agudo sentido del humor, compartió cómo ahora encuentra belleza incluso en las pequeñas cosas que antes le parecían triviales o molestas.
Incluso el tráfico me parece adorable [...] Miren a toda esa gente, yendo a algún lado. ¡Qué encantador! Incluso ese tipo que está enojado me parece gracioso ahora, bromeó.
Jenna Fischer hace un llamado para la detección temprana
De la misma forma, Fischer expresó su gratitud por el diagnóstico temprano y el hecho de haber seguido con su mamografía de rutina, una decisión que, según ella, le salvó la vida. "Si hubiera esperado seis meses más, las cosas podrían haber sido mucho peores", subrayó. "Estoy muy agradecida por esa cita y por todo el equipo médico que me ayudó".
Y aprovechando la plataforma que le ofrece su notoriedad pública, Fischer ha hecho un llamado a todas las mujeres para que no pospongan sus chequeos de rutina, especialmente las mamografías, que pueden ser clave para detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas.
Es fácil poner excusas: el trabajo, los hijos, la vida diaria... pero no podemos permitirnos ignorar nuestra salud, advirtió.
La actriz, ahora embajadora informal de la concienciación sobre el cáncer de mamá, ha utilizado sus redes sociales y su participación en entrevistas para compartir su historia con el objetivo de que otras mujeres no cometan el mismo error de postergar revisiones médicas cruciales.
Al concluir la entrevista, Fischer ofreció un mensaje inspirador a quienes están pasando por una situación similar. "Sé que hay una mujer sentada al final de su cama preguntándose: ‘¿Qué sigue para mí?’. Y quiero decirle: ‘Vas a recuperar tu vida. No podrás creer toda la belleza y maravilla que te espera en este camino’", finalizó, con una mezcla de emoción y gratitud.
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