Luego de que atrajo las miradas del mundo entero al utilizar uno de los vestidos más icónicos utilizado por Marilyn Monroe, ahora Kim Kardashian ha vuelto a llamar la atención de los reflectores y no precisamente por un motivo positivo.
Luego de que la empresaria y socialité alborotó a la MET Gala en 2022 al presentarse en el famoso vestido de “feliz cumpleaños señor presidente” que utilizó Marilyn Monroe en 1962, ahora la estrella e influencer de 41 años ha vuelto a generar furor entorno a este tema debido a que hay fotografías que aseguran que el vestido quedó afectado luego de que Kim Kardashian se lo puso por la fuerza.
Recordemos que la más famosa de las Kardashians bajó notablemente más de 16 libras previo a la Met Gala, esto con el objetivo de poder entrar en el histórico vestido utilizado por la rubia más famosa de Hollywood.
Incluso otra de las cuestiones que generó polémica es que Kim Kardashian se lo puso por la fuerza, pero solamente para la llegada a la misma gala posteriormente se cambió el vestido a una réplica debido a que no podía moverse ni respirar con tranquilidad.
Previo a la fiesta más importante del mundo de la moda, Kim Kardashian declaró para la revista Vogue que era extremadamente respetuosa con el vestido debido a que sabe lo que significa para la historia de Estados Unidos, por lo que aseguró que no le gustaría sentarse con él o comer con el puesto, pues corría el riesgo de dañarlo.
Sin embargo, este intento de cuidado por no dañarlo ha generado polémica, pues ahora hay fotografías que demuestran que pudo deformarse el vestido más caro del mundo luego de que Kim lo uso.
La revista Pop Culture publicó un par de fotografías en las que se aprecia presuntamente cómo lucía el vestido antes de que Kim Kardashian lo usara, a la par se muestra otra imagen en la que se ve cómo quedó el vestido posterior a su uso, en donde se aprecia un notable deterioro luego de que se estiró la tela entre cada broche del cierre trasero.
A continuación te dejamos estas imágenes que han generado polémica, pues aseguran que Kim Kardashian jamás debió tocar esta pieza histórica en la moda.
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