JOSÉ MARÍA NAPOLEÓN

José María Napoleón: la pesada broma a la que el cantante le debe toda su carrera

El intérprete de "Eres" tuvo varias oportunidades para convertirse en artista, pero rechazó la primera de ellas

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El cantante se convirtió en una estrella casi por casualidadCréditos: Especial

Han sido décadas en las que los enamorados han coreado las canciones de José María Napoleón; sin embargo, no muchos saben que de no haber sido por la broma que un grupo de chiquillos no habrían existido éxitos como "Leña verde" o "Eres".

Durante la adolescencia, el joven nacido en Aguascalientes había demostrado pasión por dos cosas: cantar y el toreo. Esto era sabido por los chicos de su colonia, quienes le pedían que prestara su voz y guitarra para llevarle serenatas a sus novias. 

"Ya había escrito dos o tres canciones para entonces y yo interpretaba mucho al señor Armando Manzanero", aseguró en una entrevista. 

Napoleón era el humilde hijo de un fogonero y una tendera, logró estudiar guitarra gracias a que su mamá hizo varios esfuerzos para que aprendiera a tocar el instrumento en una casa de cultura. 

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La broma a la que debe su carrera

La música no había desplazado por entero a la pasión taurina cuando el cantante decidió probar suerte en una novillada en Monterrey. Sin dinero más que el necesario para trasladarse, llegó a la ciudad. 

Encontró donde dormir gracias a unos amigos que estudiaban en el Tecnológico de Monterrey. Al verlo inocente, decidieron inscribirlo en un concurso de canto sin que él supiera nada. 

Este certamen llevaba el nombre de "Buscando estrellas" y se transmitía por televisión gracias a la conducción de Rómulo Lozano. La intención de los jóvenes era ver qué tan grande era el ridículo que podía hacer José María. 

Cuando se enteró de la treta, el intérprete de "Vive" decidió acudir al programa para ver hasta dónde podía llegar. La expectativa que tenía era pasar quizá una ronda. 

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Sin embargo, conforme avanzaba en las fases se sintió cada vez más sorprendido. Al final, contó en una de muchas entrevistas, ganó el certamen.

"Gané el concurso sin pretenderlo", dijo. 

Meses después conoció al compositor Gilberto Rivera, quien le presentó a Guillermo Acosta, ejecutivo de discos Musart, a quien rechazó para tratar de buscar convertirse en torero.

Para mantenerse mientras pasaba esto, se dedicó a cantar en los camiones. Un día que se bajó de uno un hombre le dio su tarjeta y le pidió que acudiera a hacer una prueba para presentarse en un centro de espectáculos. El sujeto en cuestión era Víctor Yturbe El Pirulí", esto le permitió comenzar a buscar oportunidades. 

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