DÌA DE MUERTOS

¡El amor detuvo a Vicente, en su rancho! Realizan enorme altar al Charro de Huentitán

Más de72 mil flores de cempasúchil, 20 veladoras de cera escamada en el centro del altar y más de 2 mil veladoras en el camino conforman el altar del cantante

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El altar se repetirá en el primer aniversario luctuosoCréditos: Adriana Luna

Guadalajara.- Doña Cuquita Abarca habla con frecuencia con Vicente Fernández en su tumba, lo siente cerca. Ella percibe su presencia ronda por todo su rancho. En este Día de Muertos y en la proximidad de su primer aniversario luctuoso (12 de diciembre) decidió homenajearlo con un monumental altar en el Rancho de los tres Potrillos.

"Es el primer año de la ausencia de Vicente. Para mí no ha partido. Yo lo tengo aquí, lo siento, platico mucho con él. Nunca le gustó estar encerrado, siempre estaba en todo su rancho por eso no le hice una cripta, sólo le hice un techito para que estuviera cubierto. Yo sé que anda en todo su rancho, si quiere entrar a su casa las puertas están abiertas. Yo no lo siento ausente, siento que anda trabajando, que va a regresar, pero no vengo a llorar porque se fue ¡no!", dijo Doña Cuquita.

Ella lo respeta como el hombre que fue y siempre honrará su memoria, continuará con su legado. Tal como él quería, las puertas del rancho están abiertas para todos sus fanáticos. Vicente es de todos, pero el amor lo mantuvo con su familia y en su rancho.

"¡A Vicente le gustaba todo, desde chicas, hasta paletas! Como siempre dije, de las puertas del rancho para acá estaba mi marido, aunque me critiquen, no me interesa. Yo no iba a andar cuidando a un señorón y andar tras de él. Vicente era muy él, sabía dónde estaba yo y qué lugar tenía. Tan lo supo que nunca se fue. Si hubiera querido, pues se va, ¿quién detiene a los hombres? ¿Nadie, verdad? ¡Él hizo lo que quiso, y muy bien hecho! El amor, lo detuvo y hasta la fecha aquí está", añadió.

Durante los festejos por el Día de Muertos, se planea mantener las puertas abiertas del Rancho hasta en la noche para que los fans que quieran acudir a brindar una oración puedan hacerlo.

"Va a estar abierto por la noche para quien quiera venir a ver las luces, cómo estará encendido (el camino al altar), todo esto es para su público. Me siento muy contenta que se le haya hecho esto tan hermoso. También el 12 de diciembre estará todo igual pero en vez de flor de cempasúchil tendrá nochebuenas. Habrá una misa a las 5 de la tarde. Todos los 12 de cada mes hay una misa".

Doña Cuquita niega que haya distanciamiento entre sus familiares. Al contrario, sus hijos, nietos y sus bisnietos la hacen muy feliz. La familia está unida, cada uno cumpliendo con sus labores, Alejandro con sus conciertos, Vicente como empresario esta semana se encuentra en Estados Unidos y Gerardo con el equipo charro en competencias nacionales.

"No estamos peleados, no sé por qué la gente saca tanto chisme. Nosotros nunca nos hemos peleado. Si en mi familia somos 11 hermanos y nunca nos hemos peleado, menos mis hijos se van a pelear con nosotros".

Ella se abstiene de observar las series sobre Vicente que se están transmitiendo en la pantalla chica. Tampoco piensa en compartir sus memorias con el Charro de Huentitán.

"Han dicho cosas que no son ciertas, por ejemplo, yo nunca he vivido en Huentitán, ni soy de ahí. ¡Yo soy de Tepa! A todo el pueblo de Vicente, seguir dando las gracias, que no lo olviden. Que recuerden que Vicente está aquí y cada que quieran venir a verlo (al rancho), una canción, una oración. Vicente siempre estará aquí para su público", dijo categórica.

Detalles del altar

El altar tenía que realizarse conforme los logros del más grande intérprete de la música ranchera. Se colocaron fotos, su montura, su traje de charro y más de 72 mil flores de cempasúchil de origen michoacano, además para alumbrar su retorno se usaron 20 veladoras de cera escamada en el centro del altar y más de 2 mil veladoras en el camino desde la entrada del Rancho y hasta la tumba.

El primero de noviembre doña Cuquita le cocinará su comida favorita: arroz con un huevo estrellado, pollo. En el altar hay tequila porque Vicente es un símbolo de México.

"Tequila no tomaba. Aunque lo hayan creído un borracho, ¡no era borracho! Que a veces se le pasaba en los palenques, no digo que no, no era un santo tampoco. A veces me decía: 'tómate una cervecita para que aumentes de peso'. Pues empecé a tomar una cervecita chiquita y light, con él.

Pero por su salud, sí me la tomo a diario. Ya nada más le digo: ¡salud!", agregó entre risas.

Son 300 metros lineales de adornos con listones, canastos y flores de hoja de maíz, destacan fotos monumentales que se coloraron por el camino en honor a Vicente Fernández. El director del altar de muertos, Roco Garcini comentó a El Heraldo de México que "es un altar muy colorido, basamos el inframundo, el mundo y el cielo, que son los tres escalones. En este primer año que recibimos a nuestro querido Don Vicente Fernández se le recibe del inframundo para que pase al mundo, el siguiente año estará en la tierra y se le dará permiso para entrar al cielo".

Roco Garcini, 'Pamo' Villagomez artesano purépecha y más de medio centenar de artesanos estuvieron trabajando durante siete días en el majestuoso altar.

Un promedio diario de mil personas, especialmente durante los fines de semana, llegan al Rancho de los Fernández para visitar la tumba del cantante mexicano. Incluso de Michoacán se trajo el tradicional “tapete de muertos”, se le dibujaron elementos como notas musicales, flores, mariposas monarcas, así como el logo del cantante “VFG”, también sobresale la frase: “Y sigo siendo el Rey”.

MBL