El pasado miércoles 29 de septiembre, el juez encargado del caso de Britney Spears sentenció que la cantante era libre de la tutela de su padre, quien fue catalogado como un hombre cruel, tóxico y abusivo. Durante 13 años, Jamie Spears manejó la vida de Britney con numerosas restricciones personales, como vivir con cámaras y micrófonos en su habitación o que su teléfono fuera espiado por su mismo padre.
Con el objetivo de recuperar su vida, Britney Spears decidió interponer una demanda. Fue en la corte de Los Ángeles donde la jueza Brenda Penny consideró las peticiones que se expusieron a lo largo del proceso. El caso de Britney Spears fue motivo de indignación a nivel internacional, pues los fans de la cantante han decidido posicionarse en contra de los maltratos que sufrió. Bajo el movimiento #FreeBritney, desarrollado principalmente en plataformas digitales, la comunidad global ha solicitado que la cantante sea responsable de sí.
Nadie la apoyó
A pesar de lo impactante que resultó el fallo en su favor, parece que Britney Spears aún tiene muchas cosas por resolver. Recientemente, la estadounidense compartió que había sido víctima de una falta de apoyo por parte de sus amistades y familiares más cercanos; especialmente durante los periodos más restrictivos y traumáticos que experimentó durante la tutela de Jamie Spears.
El mensaje estuvo especialmente dirigido a Jamie Lynn Spears y Lynne Spears, la hermana y madre de la cantante, respectivamente. Britney compartió dos imágenes artísticas que le recordaron a las dos mujeres mencionadas y que, lejos de provocarle amor o admiración, le ocasionan tristeza y la hacen llorar. A partir de lo que vivió, la princesa del pop envió un mensaje a sus fans, quienes no dudaron en celebrarlo.
¿Qué dijo al respecto?
Britney Spears sugirió que si sus seguidores conocían a alguien que estaba pasando por una situación difícil, alguien que no podía salir de casa o estaba atravesando lo mismo que ella, la sacaran de ese infierno. Pues ella no contó con el apoyo de nadie y su familia siempre argumentó que estaba bajo la tutela de su padre para no poder ayudarla. Y es que Britney, a lo largo de 13 años, necesitó el permiso de su padre para hacer cualquier cosa, desde salir de casa hasta cultivar su carrera musical o quedar embarazada.