Los analistas internacionales han expresado tanto escepticismo y burla como preocupación ante las propuestas de Trump de comprar Groenlandia, reapropiarse del Canal de Panamá, incorporar a Canadá como el Estado 51 de la Unión y cambiar el nombre del Golfo de México.
Trump ha sido comparado con Putin y Xi Jinping: sus propuestas se asemejan a los argumentos de Rusia y China para justificar sus acciones en Ucrania y Taiwán. Además, se le ha comparado con los teóricos realistas de las relaciones internacionales. John
Mearsheimer, realista, observó tras la invasión rusa de Ucrania: "Esto es Geopolítica 101: las grandes potencias son sensibles a las amenazas cercanas a su territorio". Phillips, liberal, acusó: "Donald Trump está hablando el idioma de los realistas".
Para quien no sabe de geoestrategia, las propuestas de Trump son meras excentricidades. Sin embargo, al leer The Strategic Features of the Gulf of Mexico and the Caribbean Sea (Mahan, 1897) o America Strategy in World Politics (Spykman, 1942), se entiende que América del Norte es una, cuya frontera sur está en las costas de Colombia y Venezuela en el mediterráneo americano, con el Canal de Panamá como conexión entre las costas atlántica y pacífica de EU.
Esta idea es anterior a que EU fuese una potencia hegemónica global, con proyección militar en Europa Occidental, Medio Oriente y Asia Pacífico. La propuesta de Trump parece sugerir un retiro de EU de Eurasia para reenfocarse como hegemonía regional. Si además se considera la competencia en el Ártico entre EU, Rusia y China, así como las dificultades de las industrias estratégicas de Occidente para acceder a las tierras raras y otros minerales críticos de China y Rusia, se comprende mejor la importancia de
Groenlandia. ¿Es Trump un teórico realista? No, pero su discurso caótico y provocador ha generado indignación entre analistas liberales por “intentar reconstruir una esfera de influencia del siglo XIX” y hacer un "giro dramático hacia la geopolítica" Pero, ¿cuándo EU dejó de considerar al continente americano su esfera de influencia? ¿Cuándo abandonó la geoestrategia y los intereses geopolíticos?
Trump es un realista cínico. Los líderes estadounidenses anteriores eran realistas hipócritas con máscara liberal. Ocultaban sus intereses geoestratégicos con discursos sobre intervenciones humanitarias y guerra contra el terrorismo.
Por otra parte, sorprende la tibieza de los líderes europeos frente a las amenazas de Trump de avasallar la soberanía danesa. Europa está perdiendo relevancia geoestratégica y carece de capacidad de acción ante lo que está ocurriendo: EU, China y Rusia se están repartiendo el mundo en esferas de influencia. Parece que Europa no está invitada a la mesa. Quizás sólo sea parte del menú.
POR JUAN ARELLANES
PROFESOR DE GEOPOLÍTICA EN LA FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES DE LA UNIVERSIDAD ANÁHUAC
MÉXICO
@JUANARELLANES5
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