En los tiempos de la evolución económica y la guerra entre Ucrania y Rusia en proceso, muchas son las modificaciones económicas que se están llevando a cabo en Europa y en otras partes del mundo. Las consecuencias de esta nueva geopolítica del poder económico aún están muy lejos de poder dilucidarse con claridad, pero según logra percibirse, la inflación y la incertidumbre en los mercados internacionales será un efecto a corto plazo difícil de superarse.
En medio de esta situación, muchos países están apostando por agruparse y buscar nuevas fórmulas en conjunto para atender los retos comerciales que habrán de venir en un futuro inmediato, por lo que no es de sorprender, que comiencen a verse nuevas alianzas estratégicas y bloques económicos distintos a los del pasado. El mundo se encuentra en un cambio profundo.
En este sentido, el convenio comercial actual entre el Reino Unido y México es relativamente limitado y superficial, ya que se basa en el Acuerdo Global UE-México, que se negoció hace más de 20 años, por lo que ahora, ambos países buscarán un pacto ambicioso de nueva generación, que además de fortalecer el comercio, aumente los flujos de inversión y promueva el comercio digital y transfronterizo de ambas naciones. El desafío es ambicioso, pero nada sencillo de concretar.
De acuerdo con las autoridades diplomáticas del Reino Unido, “el acuerdo actual no refleja los desafíos y oportunidades de una economía global que cambia rápidamente.”
Por ello, en palabras del embajador británico Jon Benjamín, la voluntad del Reino Unido es hacer un tratado comercial más agresivo y sustancial con México: “Queremos que el nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC), también cumpla con temas progresistas como el comercio, la igualdad de género y la innovación”. Detalló que el nuevo pacto, buscará fijar los aranceles de 0 por ciento en el 91 por ciento de las importaciones de México, y el 97 por ciento de las exportaciones a México desde el Reino Unido.
Todo lo anterior se da, porque, desde el año pasado, el Primer Ministro, Boris Johnson, anunció en septiembre pasado, su interés de integrarse al bloque del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por lo que la presencia de la secretaría de economía, Tatiana Clouthier en Gran Bretaña, es la prueba fehaciente de que, para los ingleses, este año, es crucial para afianzar dichas alianzas comerciales y este sería el primer paso para consolidar esta estrategia.
¿A México le conviene intensificar sus negocios con los británicos?
Para empezar, habría que decir que, de acuerdo con la información obtenida por la Secretaría de Economía, el Reino Unido es el decimosexto socio comercial de México a nivel mundial y, mientras perteneció a la Unión Europea (UE), ocupó el quinto sitio entre sus Estados integrantes, en hacer transacciones económicas con este país.
En segundo lugar, habría que considerar que entre 1999 y 2019, el comercio bilateral entre ambas naciones creció 176.9 por ciento, según fuentes oficiales y en 2019, antes de la pandemia y el Brexit, sumó cinco mil 212 millones de dólares.
Por último, habría que tomar en cuenta que el diplomático menciono que buscarán incluir disposiciones para facilitar el comercio de las 2 mil 700 pequeñas y medianas empresas de todo el Reino Unido, que exportaron a México en 2020, y al menos 800 que importaron de México, y alentar a más a unirse a ellas. La renovación de un tratado comercial de estas dimensiones podría no ser un asunto menor si se consigue que los británicos abran a plenitud su mercado interno, así como sus barreras arancelarias, haciendo que el dinamismo comercial de este país llegue con mayor intensidad a Europa.
POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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