AIRE PARA PENSAR Y DEJAR PENSAR

Deja que Dios te dedique una canción

Vuélvete perceptivo y pronto escucharás. Dios siempre tiene las palabras precisas para hacerte flotar, para no estar pisando el suelo y escaparte un ratito al cielo con Él

OPINIÓN

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Paola Albarrán / Aire para pensar y dejar pensar / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

¿Alguna vez te has dado la oportunidad de que Dios te dedique una canción? Vuélvete receptivo y pronto la escucharás. No pregunta, simplemente llega, lo sientes; y de pronto, sin cuestionar más, sabes que es esa la que te dedica cuando está sonando. Es imposible contenerte cuando no cabes en ti, es una sensación que te sobrepasa, que te infla, que te nutre, que te eleva. Sentirte apapachada y consentida, hablándote en un lenguaje tan tuyo.

El que te conecta a ti y por lo tanto a él contigo. Siempre tiene las palabras precisas para hacerte flotar, para no estar pisando el suelo y escaparte por un ratito al cielo con él. Habla claro sin ser fuerte, habla recto por caminos desconocidos, habla usando lo de alrededor que también es él.

Habla cuando estás listo para escuchar. Habla siempre que lo dejes hablar, cuando por fin callamos la mente y abrimos los ojos, cuando logramos silenciar el corazón y podemos ver que siempre ha estado en todos lados buscando un espacio para colarse en tu día y decirte lo que te quiere, lo que le importas, lo que en ti confía, lo completa que ya eres, lo perfecto que él te ve, que tus esfuerzos son suficientes y también conoce esos rincones que ni tú sabes bien de qué están llenos, o más bien de qué están vacíos. Sentir a Dios es no poder agregar nada.

Es saberte en el lugar indicado, es tener toda la certeza que vale la pena recorrer el camino. Es darle a tu voz un ecualizador para que no tiemble jamás, y confiar en que siempre que nos detengamos a escuchar estará presente. La verdadera belleza es no compararse con nadie más, saber que sólo ustedes conocen un lenguaje de conexión, habrá quien lo encuentre en un día, o quizás en algún color, puede quien lo halle entre pinceladas, o en medio de ruido de los niños en un parque.

Lo que de verdad importa es no limitar porque así como hay lenguajes, hay lugares que Dios espera que lo escuches para poderte abrazar. En mi experiencia, no dura mucho en relación a un reloj, pero sí dura toda la vida saberte sostenida, saberte acompañada, saberte visitada.

Es un escalofrío que te recorre y te baja a la realidad y es soñar despierta y guardarte el secreto, pues difícilmente alguien lo creerá. Posiblemente, algo tan puro pueda ser contaminado por aquel que no se da la oportunidad de dejarse apapachar. Es regresar a ese recuerdo cuantas veces quieras, sólo con cerrar los ojos y poder volver a revivirlo una o quizás mil veces más sin que se desgaste ningún sentimiento.

Bien decía Serrat: "Da más fuerza saberse querido que saberse fuerte y sentirse querido por Dios" ¿Acaso hay un súper héroe que pueda más? Con esto te vuelve indestructible, es saberse invencible, es saber que eres parte del todo y el todo es parte de ti. Deja que Dios te dedique una canción, como un ejercicio de saberte vivo, de saberlo cerca.

Deja que Dios te dedique una canción para que luego tú le puedas dedicar otra más.

POR PAOLA ALBARRÁN

paolaalbarran1@gmail.com
IG: @paolaalbarran

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