Los aranceles que busca imponer el gobierno de Estados Unidos de 25 por ciento a la importación de productos mexicanos van a diluir el efecto positivo de la estrategia mexicana de captar inversiones a través de la relocalización de empresas, indican analistas.
Y es que el Gobierno de México emitió un decreto para fomentar la relocalización de empresas en el país, con estímulos fiscales para inversores, que serán aplicables hasta el 30 de septiembre de 2030, a través del cual se autorizará a las empresas hasta un monto máximo de 30 mil millones de pesos (mdp) durante su vigencia.
El documento, publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF), indica que se destinarán 28 mil 500 mdp para el estímulo fiscal en la inversión en bienes nuevos de activo fijo y los restantes mil 500 mdp al estímulo fiscal de la deducción adicional en gastos de capacitación e innovación.
Con ello, México busca "hacer más eficientes los incentivos que actualmente son otorgados a las empresas extranjeras que se relocalizan en el territorio nacional", así como impulsar a las empresas nacionales que tienen capacidad para integrarse a las cadenas de valor.
“Tristemente la estrategia se plantea en un momento en que las condiciones externas no favorecen el entorno del país”, indicó Cynthia Valeriano, experta en Economía del Tecnológico de Monterrey.
La especialista señaló que por primera vez, en los seis años que en el país se habla de los beneficios económicos que ofrece el nearshoring, se emite de manera muy estructura y bien dirigida un decreto para detonar la inversión.
Explicó que la base del nearshoring es que el T-MEC funcione bien y con la amenaza de la colocación de aranceles de 25 por ciento a los productos que envíe México a Estados Unidos, prácticamente se diluye el efecto positivo de la estrategia mexicana de captar inversiones.
“El presidente Trump hará todo lo posible para fortalecer su mercado interno y puede ir desde implementar una política fiscal expansiva que le permita a las empresas reducir sus costos de producción para mantener sus inversiones en Estados Unidos o bien aplicar políticas disuasivas o muy rudas como imponer impuestos o utilizar la regulación para evitar que las firmas trasladen sus inversiones a México”, puntualizó la experta.
“Ahora nos queda captar a las empresas que tienen su base de producción en otro país, ya sea de Asia o América Latina para que inviertan en México, para no caer en los supuestos de EU que pueda evitar el traslado de la inversión”, puntualizó Valeriano.
PAL
