Fatídica semana para el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. El Fondo Monetario redujo sensiblemente su pronóstico de crecimiento para México y lo dejó en 2.8 por ciento para 2022. Otras casas de análisis económico hicieron lo mismo, con el banco BBVA disminuyendo el pronóstico del PIB de 3.2 por ciento a únicamente 2.2. El banco dijo que “la recuperación económica en México es más lenta que en otros países latinoamericanos”.
Otro dato adverso fue lo que dio a conocer la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que reveló que el promedio de producción diaria de petróleo por parte de Pemex el año pasado fue únicamente de 1.6 millones de barriles. La petrolera que dirige Octavio Romero no ha logrado que sus campos prioritarios eleven producción y para diciembre ya era claro que la de los campos privados era lo que empezaba a auxiliar a Pemex en su declive. De hecho, la proyección de Hacienda de producción petrolera para 2022, cifrada en un millón 826 mil barriles diarios, se ve cada día más difícil.
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El secretario está muy presionado. Su estimación de que la economía mexicana crecerá 4.1 por ciento este año —establecida en los Criterios Generales de Política Económica— se está esfumando. Y la semana próxima veremos si de pronto aparece un banco que reduzca por debajo de 2 por ciento el pronóstico del PIB. Un escenario donde alguno piense que creceremos 1.8 por ciento, por ejemplo, es cada día más factible.
Lo triste del caso es que desde Hacienda no se han propuesto mecanismos para revertir esta problemática. El secretario parece estar únicamente comprometido con las prioridades presupuestales que demandan los proyectos del Presidente, pero no en ofrecer algo más sólido a la ciudadanía en materia económica. Por eso a Bogotá fue a subrayar las prioridades de AMLO en cuanto a austeridad en el gasto e higiene de las finanzas del gobierno. Pero nada más.
No le vaya a pasar a Ramírez de la O lo que le pasó a JiménezPons con el Tren Maya: por creer que estaba cumpliendo con una encomienda presidencial, descuidó otra. En el caso de Jiménez Pons fue la velocidad en la ejecución de la obra; pero en el caso de Ramírez de la O es la turbia idea de que todo se reduce a gastar poco y priorizar los proyectos de la 4T.
No hay que descartar que haya una sorpresa cuando el Presidente lo llame a cuentas por el crecimiento mediocre del país. Sería un trago muy amargo en medio de un ambiente adverso: sin alianzas con los empresarios y hasta con el presidente del Consejo
Coordinador Empresarial queriendo renunciar.
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TAIKO
La japonesa Taiko Pharmaceutical, que dirige aquí Masataka Yui y que produce el desinfectante aéreo Cleverin, invertirá $100 millones de pesos en nuestro país para hacerlo un centro estratégico para toda la región Latinoamericana.
POR CARLOS MOTA
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MAAZ
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