Tabasco enfrenta una crisis de violencia que pone a prueba al gobierno estatal, mientras el gobernador Javier May y su gabinete optan por el silencio. No hay una estrategia de seguridad estatal clara, y una vez más, es la Federación quien carga con la responsabilidad de contener el caos.
En lugar de asumir su papel, May ha preferido culpar a administraciones anteriores, incluida la de su paisano Adán Augusto López, por el deterioro en la seguridad del estado. Según funcionarios cercanos al mandatario, responsabiliza a esas administraciones de haber dejado personas clave en instituciones como la Fiscalía tabasqueña y la Secretaría de Seguridad estatal, supuestamente vinculadas a grupos criminales.
Si el gobernador ya tiene conocimiento de esta situación, la pregunta es: ¿por qué no ha actuado? ¿Qué lo detiene? ¿Teme enfrentarse a los grupos que controlan ciertos territorios? ¿O teme perder el respaldo político de quienes aún ejercen influencia en estas instituciones?
El vacío de poder en Tabasco es evidente. La falta de acción y liderazgo por parte del gobernador no sólo agudiza la crisis, sino que deja a los tabasqueños desprotegidos, atrapados en un ambiente de miedo e incertidumbre. Mientras May sigue culpando al pasado, la realidad es que garantizar la seguridad del estado es su responsabilidad directa.
Lo más preocupante es que esta actitud evasiva no es exclusiva de Tabasco. Otros gobernadores como Alfredo Ramírez Bedolla en Michoacán, David Monreal en Zacatecas y Margarita González Saravia en Morelos parecen seguir el mismo guión: culpar a los anteriores, justificar la inacción y posponer las soluciones. ¿Acaso no sabían a lo que se enfrentaban cuando asumieron el cargo?
Hay ejemplos que podrían emular como el de gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, que implementó la “Operación Enjambre” después del enfrentamiento que se dio en la entidad entre pobladores e integrantes de la Familia Michoacana en Texcaltitlán. Esta estrategia fue la punta de lanza para que, en coordinación con las fuerzas de seguridad federales, se hiciera una limpieza de funcionarios municipales corruptos, incluyendo mandos de seguridad, alcaldes y otros que incluso huyeron en medio de sus responsabilidades. ¿Recuerdan la escena en Santo Tomás de los Plátanos, con funcionarios escapando durante una toma de protesta?
Gobernadores y alcaldes ya tienen herramientas para generar un cambio si realmente quieren que las cosas mejoren. Pero al estilo actual de la Ley de Herodes, estará complicado esperar que se les resuelva todo.
No llegaron a un terreno desconocido; sabían perfectamente a lo que venían. Es hora de trabajar y asumir su responsabilidad.
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SALGADO SE APUNTA AL 2027
Un video que circuló ayer en redes sociales dejó al descubierto lo que parece ser un claro mensaje político del senador morenista Félix Salgado Macedonio. Durante la celebración de su cumpleaños, los detalles del evento fueron demasiado precisos como para pasar desapercibidos.
La decoración incluía globos con el número 2027, año en que Guerrero renovará la gubernatura. ¡Qué coincidencia! Además, los asistentes coreaban: “¡Gobernador, Toro para 2027!”, dejando en evidencia la intención de Salgado Macedonio de buscar la candidatura de Morena para suceder a su hija, Evelyn Salgado.
Más que una fiesta de cumpleaños, parecía un destape político. A Evelyn aún le quedan dos años de gobierno, pero, para que su padre pueda postularse, tendría que dejar el cargo antes de concluir su mandato, permitiendo que una gobernadora interina asuma el puesto.
Se menciona que Beatriz Mojica, paisana y aliada cercana de los Salgado, quien podría ser la encargada de ocupar el cargo interino y entregar la gubernatura a Félix Salgado, si este logra concretar su candidatura.
En Guerrero, el mensaje es claro: el autonombrado “Toro” quiere seguir en la jugada, incluso a costa de su propia hija.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SOFIGARCIAMX
MAAZ