COLUMNA INVITADA

AMLO, su legado y testamento

La herencia a México como el Presidente que proscribió el neoliberalismo, combatió la corrupción y transformó a la nación, es ya una realidad

OPINIÓN

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Benjamín Robles / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México

Los malquerientes de la 4T ¡ya se pueden ir quedando con las ganas! La salud del Presidente López Obrador está muy bien. Y quienes quieren fastidiar con el testamento político que AMLO anunció, pues ignoran el legado que el líder y guía de la 4T ya le ha dejado en vida (y seguirá dejando aunque les duela) al pueblo de México. ¡Larga vida señor Presidente!

Encaminados ya en la segunda mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, vale la pena hacer una reflexión sobre sus logros. AMLO no sólo es el presidente más popular y el de mayor respaldo social en la historia del México contemporáneo, es también un gobernante eficiente.

Recuerdo especialmente cuando desde Palacio Nacional, AMLO decretó el fin del neoliberalismo que tanto daño le hizo a México; no fueron palabras vacías, sus resultados así lo demuestran.

En el gobierno de la 4T se instauró la austeridad republicana como política pública y como principio que rige el servicio público, porque no puede haber gobierno rico y pueblo pobre. Se puso un alto a los sueldos estratosféricos en el ámbito público, lucha que continúa a pesar de la resistencia de algunos funcionarios como los consejeros electorales y otros que se niegan a dejar sus privilegios.

“Por el bien de todos, primero los pobres” no fue un discurso de campaña, sino una convicción; los programas sociales para apoyar a los que menos tienen son base del bienestar de miles y miles de familias.

La atención a la pandemia y la crisis económica derivada de ella se realizó con responsabilidad y visión social; se continúa garantizando el acceso a la vacuna COVID para toda la población con una planeación adecuada por etapas y por segmentos poblacionales y se impulsaron apoyos para las pequeñas y medianas empresas.

AMLO ha cumplido su promesa de no aumentar impuestos, en lugar de ello ha combatido frontalmente los delitos fiscales que tanto daño generaban al erario y con ello se incrementó la eficiencia recaudatoria, incluso durante la pandemia.

Se instauró una verdadera reforma educativa con visión social en la que se incorporó la obligatoriedad de la educación superior, el fortalecimiento de la educación normal, así como la conformación de contenidos regionales en los programas de estudio.

En una verdadera democracia el pueblo es el que manda, por eso AMLO le devolvió a la gente el poder de decidir sobre sus gobernantes a través de la consulta popular y la revocación de mandato, además de que eliminó el fuero presidencial.

La lucha contra la corrupción es una de las principales causas que abandera la 4T y estoy convencido que fue una de las principales razones por las que el pueblo le dio su confianza a AMLO. No los ha defraudado, se eliminaron intermediarios en la entrega de programas sociales, se desaparecieron fideicomisos y fondos públicos que eran objeto de desvíos de recursos y ahora estos se destinan a sus objetos de manera directa.

Se logró la reforma en materia de bienestar para establecer la obligación del Estado de garantizar una pensión a adultos mayores y personas con discapacidad, así como becas para estudiantes de todos los niveles escolares.

Queda mucho por hacer; en materia de seguridad el propio AMLO ha reconocido que hay pendientes, pero no tenemos duda que los resultados se verán pronto; así también estamos en la antesala de devolverle al Estado la rectoría del sector eléctrico para poner fin los abusos y que las y los mexicanos paguen lo justo por la electricidad.

Hay trabajo por hacer en los próximos tres años, pero el balance es positivo. Lo cierto es que a estas alturas el legado de AMLO a México como el presidente que proscribió el neoliberalismo, combatió la corrupción y transformó a la Nación es ya una realidad.

POR BENJAMÍN ROBLES
DIPUTADO FEDERAL POR EL PARTIDO DEL TRABAJO
@BENJAMINROBLESMO

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