COLUMNA INVITADA

Félix Salgado Macedonio: una candidatura forzada en tiempos de apertura y crítica moral

El partido en el poder aún está a tiempo de enarbolar y refrendar las banderas identitarias de su ideología política

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El senador con licencia y ahora candidato por el partido Morena a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, ha sido un personaje que siempre ha estado en el ojo del huracán y de la opinión pública. Sus múltiples apariciones en los medios locales cuando por parte del PRD fue presidente municipal de la ciudad de Acapulco dan fe de ello.

Desde hace algunos años muchas eran las opiniones polémicas que este político ya brindaba a la comentocracia nacional y en muchos de estos casos, inclusive, se le llegó a asociar con grupos de la delincuencia organizada en el puerto.

Tiempo después Salgado Macedonio dejaría el partido del sol azteca e incursionaría en su actual partido. Al ahora candidato se le han adjudicado múltiples acusaciones por violación efectuadas (de acuerdo con los dichos de las víctimas) hace ya algunos años. Por ejemplo, la de Paulina, quien con solamente 17 años fue abusada sexualmente por este individuo. El caso no prosperó porque, de acuerdo con la joven, las recomendaciones de las propias autoridades fueron en el sentido opuesto a la acción que debían ejecutar. Total, impunidad y encubrimiento.

Otro caso fue el de la entonces ex coordinadora de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Acapulco, Angelina Mercado Carbajal, quién lo denunció en 2007, por acoso sexual, abuso de autoridad, intimidación y falsa acusación. Por supuesto, estos hechos no fueron suficientes para procesarlo penalmente.

Además, el miércoles 11 de noviembre de 2020 se dio a conocer que el político contaba con una denuncia por violación ratificada el 2 de enero de 2017, en la Unidad de Investigación Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar del Distrito Judicial de Tabares, ubicada en el estado del sureste del país.

A esta lista se suman, al parecer, dos casos más, según la prensa nacional.  De acuerdo con los líderes de su partido, Félix Salgado es inocente y será su candidato hasta que el poder judicial demuestre lo contrario, lo cual no es del todo erróneo, ya que de acuerdo con el marco normativo en México toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Además de que quien acusa, está obligado a confirmar la veracidad de sus dichos.

La lección que nos queda es que las viejas estructuras partidistas encumbradas en los partidos, se cierran para proteger intereses y posiciones, por lo que no se permite la permeabilidad para el ascenso de nuevos partícipes, que con el tiempo se conviertan en actores destacados. Lo anterior se traduce en la presentación forzada de candidatos con una cuestionada trayectoria política y hasta que esto no cambie, la competencia electoral tampoco lo hará.

El partido en el poder aún está a tiempo de enarbolar y refrendar las banderas identitarias de su ideología política e impedir que el electorado los identifique como parte de un paisaje electoral igual al que ha existido siempre. La sofisticación de los electores en este país no perdonará grandes contradicciones en favor de refrendar pactos de impunidad o indefinición ideológica.

El futuro de las preferencias electorales está en juego.

 

POR  LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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