SALTO CUÁNTICO

¿Qué hacer con la violencia escolar?

Un caso grave sucedió hace semana y media en el Colegio Chimalistac, una escuela privada ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón

OPINIÓN

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Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El bullying y la violencia escolar son situaciones que habían quedado a un lado por el confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19 que seguimos viviendo; lamentablemente con el regreso a las clases presenciales estas problemáticas también regresaron.

Diferentes sucesos demuestran la falta de capacitación en las escuelas, tanto públicas como privadas, y entre sus docentes para dar atención a hechos de esta índole, al igual que por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), institución que encabeza desde febrero Delfina Gómez Álvarez.

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Un caso grave sucedió hace semana y media en el Colegio Chimalistac, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón.

Resulta que Felipe (nombre ficticio del menor), un chico de 11 años que cursa el sexto grado en dicha primaria privada, fue golpeado por un nuevo compañero y una de sus compañeras. El varón trató de ahorcarlo con el brazo, mientras la niña le golpeaba el estómago. Felipe se desmayó. Las maestras llamaron de inmediato a los padres de Felipe; cuando su papá llegó a la escuela, el pequeño seguía tirado en el piso, inconsciente, con policías alrededor y un paramédico que le tomaba el pulso.

La escuela tardó en trasladarlo al hospital. Al final fue el director de la escuela quien los llevó a la clínica. Hasta ese momento no se sabía con exactitud lo que había ocurrido, entonces, Felipe despertó.

El niño platicó con sus padres lo que sucedía. Tenía semanas, desde que el chico nuevo había llegado a su salón de clases que todos los días lo molestaba, lo insultaba y lo ofendía con relación a su aspecto físico.

Felipe tiene sobrepeso, pero nada que no se esté resolviendo, asegura su mamá; sin embargo, esto dio pie a su compañero para que lo acosara hasta el grado de provocarle el desmayo.

Según el testimonio de Felipe, que se constata con los videos de las cámaras de la escuela, los tres estaban jugando (Felipe y sus dos agresores), pero hubo un momento en el que Felipe ya no quiso seguir y ellos continuaron hasta agredirlo.

Tras salir del hospital privado, la institución educativa no se hizo cargo de los gastos médicos, al igual que los padres de los otros niños, quienes no intervinieron en ningún momento.

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Días más tarde, Felipe y sus padres fueron citados por las autoridades educativas quienes trataron de desestimar la versión del niño, tratando de hacerlo quedar a él como el responsable por la situación; además de argumentar que su desmayo no tuvo nada que ver con la agresión de sus compañeros, sino que tal vez fue una condición preexistente.

Al final, los padres de Felipe decidieron que no sacarán al menor de esa escuela, pues el niño tiene grandes relaciones amistosas y es una escuela que cumple con las características académicas que busca la familia. Sin embargo, este hecho ha marcado un precedente sobre la atención que requieren los niños y las responsabilidades de sus escuelas para evitar la violencia escolar.

POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84

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