Poco a poco el Presidente electo Joe Biden comienza a tratar de dar cuerpo a sus ofertas de campaña y ubicarse en un centro político que, afirma, está vivo y fuerte en Estados Unidos.
Sin embargo, las señales son de que esa retórica, que busca servir a un bien intencionado propósito unificador, tiene pocos receptores en un Partido Republicano que al menos, de momento, parece más dominado por activistas y fanáticos que por pragmatistas.
De acuerdo con algunos analistas, Biden cree que la política estadounidense volverá a un estado pre Donald Trump, que hará a los republicanos más abiertos al compromiso de lo que han demostrado en estos últimos cuatro años.
"Biden hizo una declaración contundente de que el centro político está vivo y coleando, que él reside allí, que siempre ha estado allí y que va a gobernar desde allí ... (Biden)insistió en que hay suficientes legisladores republicanos preparados para encontrarlo en el medio, como para que pueda hacer las cosas en un Congreso dividido equitativamente, donde no tendrá el tipo de mayorías demócratas que disfrutaron algunos de sus predecesores", escribió Gerald Seib, de The Wall Street Journal, al reportar sobre una conferencia telefónica.
Biden busca presentar la idea de que gracias a sus años como senador, conoce a los republicanos y ellos lo conocen a él, lo que facilitará la comunicación y que, de paso, al verse en necesidad de recuperar posiciones, dejarán de lado lo que Chris Cillizza, de CNN, definió como "partidismo reflexivo".
Eso implicaría acuerdos de gobierno que eran ya difíciles en los 80, y raros en los 90, antes de que Trump llegara al poder.
Más allá del conveniente posicionamiento político del hombre que ha prometido "gobernar para todos", la noción tiene bases prácticas: una encuesta de Gallup, el 16 de octubre de 2020, aseguró que 31 por ciento de los estadounidenses se identificaron como demócratas, 31 pc se dijo republicano, y 36 pc se declaró como independiente.
Esas cifras corresponden a una radiografía tradicional del electorado estadounidense, en tercios aproximados, y según la cual el partido que "convence" al centro es el que gana las elecciones.
Pero esa encuesta hizo ver también que entre los votantes independientes, el 49 pc son "demócratas o partidarios de los demócratas" y el 45 pc son "republicanos o partidarios de los republicanos".
La muestra reflejó en gran medida la realidad estadounidense, subrayada por los resultados de la elección del 3 de noviembre, cuando Biden logró 81.2 millones de votos por 74.2 millones de Trump.
Pero Trump no creó la polarización política del país. Sólo la aprovechó y dados sus reclamos de fraude electoral, es probable que busque hacerlo de nuevo. Cierto, está por verse si Trump mantiene su arrastre al salir del poder, pero junto al hiperpartidismo real, puede frustrar el "retorno a la normalidad" que sueña Biden.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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