COLUMNA INVITADA

Rumbo a las elecciones

El uso constante de las fake news acaba con la credibilidad de los medios de comunicación

OPINIÓN

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Hilda Nucci / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El 7 de septiembre arrancó el Proceso Electoral 2020-2021, razón por la cuál es probable que se incremente la propagación en las redes sociales de noticias falsas, inexactas, incompletas o engañosas que suelen conocerse como las fake news.

En México el uso de este tipo de noticias en contiendas electorales no es nuevo, en 2012 las fake news buscaron influir en el electorado y revertir las tendencias políticas mediante la proliferación de cuentas falsas (bots) y noticias erróneas para beneficiar a los entonces candidatos.

De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el uso constante de las fake news acaba con la credibilidad de los medios de comunicación, aumentan la discordia en la población y el odio en contra de los opositores. Su impacto es tan significativo que hemos visto cómo pueden cambiar los resultados esperados en una elección, por ejemplo, las elecciones de Donald Trump y Jair Bolsonaro.

Los mecanismos tradicionales como encuestas o debates actualmente no serán concluyentes para orientar el voto ciudadano, porque de acuerdo con la elección de 2018, lejos de informar las verdaderas tendencias electorales apartaron al electorado de la realidad.

La presencia de los candidatos y los partidos políticos en las redes sociales será determinante para ganar las siguientes elecciones, pero el exceso de información con la que se cuenta es la que fomentará este tipo de desinformación

Si queremos no afectar a la democracia con noticias falsas, se podrían implementar mecanismos similares al proyecto #Verificado2018, a fin de evitar que la posverdad influya tajantemente en el electorado. Es necesario que se confirmen las fake news para que no se sigan utilizando para referirse a quién no está a favor de sus intereses políticos o personales.

Su divulgación en redes sociales debe parar, toda vez que las restricciones que existen en materia electoral se refieren únicamente a la protección del derecho al honor y el ejercicio del derecho de réplica. A la fecha, no hay en nuestro país un control normativo respecto de lo que se coloca o divulga en ellas, sólo está la prohibición de campañas electorales negativas o sucias.

Algunas redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp han manifestado que defenderán a sus usuarios de este tipo de campañas precisando el origen de los recursos de la publicidad política, propiciando que sus plataformas cuenten con noticias favorables de los candidatos y reduciendo significativamente la distribución de las fake news. 

Es evidente que hoy las redes sociales se utilizan principalmente para divulgar todo tipo de información que escandalice, critique y desprestigie a los candidatos o partidos políticos.

El creciente encono y resentimiento social ha propiciado una cultura de ilegalidad, por ello el uso de las redes sociales debería regularse bajo estándares internacionales para que los electores tuvieran claro qué información es falsa y cuál es verdadera.

POR HILDA NUCCI

COLABORADORA

@HILNUCCI