Al menos cuatro familias han tenido que abandonar sus casas, ante la contaminación que ha provocado la fuga de amoniaco que lleva tres días y se ubica en los límites de Juchitán y San Blas Atempa, en la región del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca.
La fuga movilizó a personal de la Marina Armada de México, a un grupo de personas especializadas en el tema pertenecientes a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la delegación Estatal de Protección Civil de Oaxaca, y hasta el momento el derrame de esta sustancia está bajo control.
El reporte del fuerte olor a amoniaco y la presencia de una nube blanca en los ductos de Pemex, fue hecho por algunos campesinos que se encuentran en los terrenos pertenecientes a San Blas Atempa, cerca del paraje conocido como Guidxi Xú.
En lugar fue acordonado por los elementos de la Marina, para que se pudiera iniciar los trabajos de reparación de la fuga, para los trabajos de reparación y mantenimiento se ha puesto han disposición dos pipas de 10 mil litros de agua cada una y un contenedor con mil litros más, en caso de ser necesario que se utilicen.
La información de esta fuga se dio a conocer a través del testimonio de algunos campesinos, quienes incluso informaron sobre la muerte de algunas vacas y otras más se encuentran en mal estado, además del daño ambiental que ha causado fuga de esta sustancia química; las familias afectadas señalan que el fuerte olor les ha ocasionado malestar en los ojos y en la garganta.
Esta no es la primera vez que sucede una fuga de este tipo. En el año 2013, una maquinaria que realizaba los trabajos para la ampliación de la carretera transístmica en el tramo La Ventosa-Matías Romero, provocó una fuga de amoniaco teniendo como saldo nueve personas fallecidas y daños al medio ambiente.