"A mi esposo le ordenaron matar a gente que no pagaba sus deudas", recordó “María” cuando su esposo la ofreció al policía que le ordenaba asesinar a otros narcotraficantes, que tomara su lugar ya que buscaban a una mujer para matar a un capo. Entonces María accedió, fue a ver a la víctima y simplemente lo mató:
"Una vez, necesitaron a una mujer y mi esposo me escogió para hacer el trabajo. Cuando vi al hombre a quien tenía que matar, me acerqué a él y le disparé": María.
Desde entonces, María llevaba a cabo asesinatos por encargo que le ordenaba la policía en Filipinas quien halló en su esposo al sicario ideal para asesinar a sus símiles para que cumpliera con su deuda con la sociedad al ser otro narco. María era aprovechada por su condición de mujer para no levantar sospechas cuando se acercaba con los capos.
¿Cuánto pagan a Maria para matar a narcos?
Desde 2014, María se acercó a sus víctimas y a todas ellas les disparó a sangre fría en la cabeza para asesinarlas. La orden fue establecida por el entonces presidente filipino Rodrigo Duterte quien instó a todos los ciudadanos a matar a los narcos. Cuando María contó a la BBC sobre quién le daba la orden para asesinar narcos indicó: “Nuestro jefe, el oficial de policía”.
Tanto María y su esposo nacieron en un barrio pobre de la capital Manila por lo que su familia y ellos en su edad adulta, carecían de ingresos económicos, ante ello aceptaron ser asesinos a sueldo. Para cada encargo, María, quien está en un equipo de cuatro sicarios, se repartía un sueldo de 20 mil pesos filipinos.
Sin embargo, María quiso salir de la situación del sicariato, pero no supo cómo hacerlo, ya que los escuadrones de la muerte contra el narco, tenían bastante trabajo ante la promesa del presidente Duterte que prometió asesinar a 100 mil criminales de las organizaciones delictivas a quienes les declaró la guerra: "No destruyan mi país porque les mataré".
María se sintió culpable cada vez que mataba narcos
María continuó como una de las sicarias a la orden de la policía hasta 2016 cuando concedió la entrevista, quien a pesar de haber cometido varios asesinatos, aseguró que en todo momento se sintió culpable por asesinar a los hombres, que sin embargo, era la manera como se ganaba la vida para mantener a su hijo.
"Me siento culpable y angustiada. No quiero que las familias de quienes he asesinado vengan a por mí": indicó María.
Hace siete años, en Filipinas estaba en auge el “shabú” que es conocido como “hielo” o “metanfetamina” en Occidente. En Asia el “shabú” es el término usado para llamar a la anfetamina en su forma más pura y potente. María fue víctima directa de sus efectos al ser reclutada para matar a los capos de manera hasta en ese entonces clandestina.
SIGUE LEYENDO: