Un video en el canal del youtuber Yulay demostró que para las “chicas fresas” de Querétaro no es de su agrado “perrear hasta el piso”, comer chicharrones preparados y mucho menos saben qué son los Dorilocos. Esta famosa botana, que agrada a millones en México y tiene infinidad de combinaciones, no forma parte de la dieta de este grupo de jovencitas acomodadas, reveló la ardua investigación del influencer.
En entrevista con el youtuber Yulay, dos chicas contaron cómo es su forma de vida acomodada en la ciudad de Querétaro; salidas al antro, comidas con amigos, juntarse con “chicos bien” y gastar dinero en marcas de lujo, reina su agenda. Y al confesarse como unas “chicas fresas” deben mantener una dieta y un código de apariencias muy estricto, por eso a la pregunta: “¿han probado los Dorilocos?”. La reacción de las chicas impacta a todos en la mesa.
Las chicas fresas no supieron ni que era un chicharrón preparado
Las jóvenes se muestran ofendidas, pero con un gesto de curiosidad por saber qué son los Dorilocos, a lo que Yulai los describe como una botana con base en unas papitas Doritos cubiertas con diferentes salsas, cueritos, dulces de tamarindo y algunos frutos como mango o pepinos, bañados con un poco de sal y limón. Yulay se confiesa fan de esa botana y en un atrevimiento invita a las “chicas fresas” a salir y buscar un lugar para degustarlos.
Las risas y miradas soberbias de las jóvenes crean un ambiente tenso, pero con el tiempo y gracias a la neutralidad de Yulay la conversación continúa, hasta llegar a un tema que provoca las carcajadas de las “chicas fresas”. “¿Ustedes han perreado, les gusta perrear hasta el piso?”, son las palabras que lanza el youtuber y que de inmediato una de las jóvenes responde; “¿cómo te atreves a preguntarle eso?”.
Lo que sí saben las niñas fresas es bailar salsa
La “chica fresa” se muestra ofendida y asegura que nunca había practicado esos pases de baile tan urbanos. “Debo mantenerme bien y juntarme con gente bien, jamás bailaría eso”, responde tajantemente. Pero lo que no vieron venir las dos jóvenes es que Yulay tenía preparado a un bailarín profesional de perreo y salsa, y con una jugada maestra de ajedrez y como dice la gente, “entre corriente más ambiente”, el bailarín consigue que una de las “chicas fresas” se levante y baile en la pista del restaurante.
Al final de la entrevista, Yulay invita al grupo de “chicas fresas” y a sus amigos mirreyes a reunirse en un punto de la Ciudad de México y realizar una batalla en forma de “tiradera”, sin violencia física, para decirse sus verdades y ver que un grupo tiene más influencia en las redes sociales. A lo que las chicas, con temor y curiosidad, aceptan.
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