El uso del Viagra es una manera de poder solucionar una disfunción eréctil en hombres adultos que por la edad o por una cuestión física o mental les cuesta trabajo mantener una erección, lo que deriva en problemas emocionales que pueden afectar seriamente no sólo a los hombres sino también a sus parejas.
La solución que se expandió en los inicios de los dos mil, ha permitido que millones de hombres en todo el mundo hayan subsanado algunas carencias físicas y emocionales en sus relaciones sexuales, pero…
¿Qué sucede cuando no se necesita y se utiliza por hombres sanos mayores de 30 años?
Hay que resaltar que desde que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) en los Estados Unidos, autorizó el uso del Viagra (sildenafil) en 1998, advirtió que solo se utilizara por hombres mayores de 18 años con problemas de erección, y no se recomendaba para hombres sanos que desearan “experimentar” algunos beneficios para mejorar sus relaciones sexuales.
Un estudio publicado en el 2006 bajo el auspicio de la Universidad de Florencia, Italia, llegó a la conclusión que los hombres sanos no tenían mayores problemas si ingerían el medicamento, pero tampoco les producía erecciones prolongadas, lo único que sucedía es que el periodo refractario (periodo entre una erección y otra después de una relación sexual) era más corto, por solo unos minutos.
Sin embargo, con el paso del tiempo y luego de varios años en que se aprobó y además se liberó el componente activo que es el Sildenafil, se ha descubierto que los hombres sanos que no necesitan el componente (por ejemplo los mayores de 30 años en buen estado de salud), podrían tener severas secuelas físicas y sobre todo emocionales.
¿Que podría suceder?
En la parte emocional, podría suceder que los hombres se hagan adictos a su uso a partir de una aparente necesidad para seguir “funcionando” como hombre, cosa que no debería suceder, sobre todo porque fue creado para solucionar un problema sexual y no para generarlo.
En cuanto a la parte física podría generar problemas de presión arterial, palpitaciones, ansiedad, y además podría incrementar los riesgos si es que la persona tiene problemas de corazón o hígado, si lleva tratamientos con nitratos y si se padece una enfermedad genética hereditaria en los ojos llamada retinitis pigmentosa.
Cabe mencionar que se ha documentado también que el uso del Viagra es benéfico cuando se lleva a cabo actividad física vigorosa, ya que "aligera" la sangre y permite una mayor oxigenación, incluso se llegó a utilizar para pacientes con Covid-19 que han requerido incrementar la oxigenación.
Finalmente, tenemos que mencionar que el simple uso del Viagra no basta para tener relaciones sexuales adecuadas, debe existir también una excitación previa al encuentro, sino podría generar secuelas temporales como diarrea, cefalea o reacciones alérgicas.
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