Lo creas o no, un reciente estudio comprobó que el matrimonio estresa más a las mujeres, que la maternidad. O al menos eso dice una encuesta a más de 7 mil mujeres en el programa Today en Estados Unidos, donde se encontró que en general, los niveles de estrés que manejaban, se encontraba entre un 8.5 a 10.
Lo que suena más interesante es que casi la mitad de las participantes, aseguraron que eran sus esposos quienes agregaban más estrés a sus días, que sus hijos. De hecho, muchas aseguraron que las mujeres promedio ven a sus esposos como "niños grandes" más que como sus iguales y el 46% de las participantes dijeron sentirse más estresada de lo normal.
Pero 3/4 de sus participantes dijeron que la mayoría de las tareas domésicas se las dejaban a ellas, por lo que algunas conclusiones del estudio fueron que muchos de estos detonantes de estrés y ansiedad podrían solucionarse con buena comunicación de pareja y acuerdos de beneficio mutuo.
Hombres casi no realizan tareas domésticas
Por su parte, la Universidad Argentina de la Empresa, realizó otro estudio donde reveló que mientras el 92% de las mujeres tiende la cama, el 38% de hombres hace lo propio. Un 75% de mujeres lava el baño, y sólo el 20% de hombres lo hace. Lavar los platos: 88% mujeres, hombres solo el 62%. Un 63% de mujeres se dedica más al cuidado de los niños, mientras que los hombres ocupan un 32%.
Al parecer los roles de género no han cambiado mucho en los últimos años y posiblemente por eso las mujeres estadounidenses encuestadas sienten más presión que ayuda por parte de su pareja.
El rol de género —del inglés gender role alude al conjunto de normas sociales y comportamentales generalmente percibidas como apropiadas para los hombres y las mujeres en un grupo o sistema social dado en función de la construcción social que se tiene de la masculinidad y femineidad.
Los roles de género difieren dependiendo del contexto histórico-cultural en que se encuentre enmarcado el término; así, mientras en la mayoría de las culturas se expresan dos, en otras pueden existir varias más. La androginia, por ejemplo, se ha propuesto como un tercer género,8 mientras que algunas sociedades indican tener más de cinco.