Una de las actrices más bellas y exitosas de la llamada Época del Cine de Oro fue sin lugar a dudas la querida Carmen Montejo pues brilló en decenas de producciones junto a otras personalidades del momento, sin embargo, en cuanto a su vida personal no la pasó tan bien pues luego de enviudar muy joven nunca volvió a creer en el amor, por lo que a continuación te contamos esta historia de la querida actriz que más tarde triunfó en las telenovelas.
María Teresa Sánchez González, como se llamaba realmente Carmen Montejo, nació el 26 de mayo de 1925 en Pinar del Río, Cuba y se sabe que siendo apenas una niña comenzó su carrera como actriz pues comenzó participando en diferentes programas de radio y no tardó mucho en descubrir que la actuación era a lo que se quería dedicar el resto de su vida, por lo que más tarde estudia Arte Dramático en la Universidad de La Habana.
Fue en el año de 1942 cuando la bella actriz llegó a México y de inmediato logró conseguir trabajo en las radionovelas y un año más tarde Lupita Tovar se encarga de conseguirle un pequeño papel en “Resurrección” por lo que dicha cinta marca el inicio de su exitoso andar en el cine pues fue demostrando su talento hasta ir consiguiendo papeles de mayor relevancia y es a mediados de la década de 1940 cuando adopta el nombre artístico de Carmen Montejo.
En el año de 1945 con su carrera en pleno ascenso, Carmen Montejo contrae matrimonio con Manuel González Ortega de quien se sabe muy poco, no obstante, con él procreó a su única hija, María González Sánchez, quien más tarde también se dedicó a la actuación.
La actriz logró equilibrar su vida profesional con la familiar por lo que no detuvo su carrera en el cine y tiene la oportunidad de brillar junto a grandes figuras del momento como Pedro Infante, Pedro Armendáriz, Isabel Corona, Blanca Estela Pavón, Arturo de Córdova, Wolf Ruvinskis, Elsa Aguirre y muchas otras más que la ayudaron a consolidarse como una de las máximas estrellas, no obstante, este logró profesional se vio opacado por la repentina muerte de su esposo, por lo que quedó viuda a los 25 años.
Tras enviudar, la actriz nunca más volvió a creer en el amor pues no se le conoció alguna relación y solo se enfocó al cuidado de su hija y a su desarrollo profesional por lo que siguió brillando con luz propia en el llamado Cine de Oro y al finalizar dicha etapa logró mantenerse vigente debido a que también incursionó de forma exitosa en el teatro y la televisión, no obstante, también aceptó participar en películas de otros géneros surgidos en la década de 1960 y 1970.
Otro de los factores que hicieron que Carmen Montejo se mantuviera vigente por prácticamente toda su vida es que supo adaptarse a los estragos del paso del tiempo y fue realizando papeles entrañables personajes que iban de acuerdo a su edad, el último proyecto en el que participó fue en un capítulo de “La Rosa de Guadalupe” en 2013 y semanas después falleció a los 87 años debido a una insuficiencia cardiaca.
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