José Alfredo Jiménez es uno de los actores y cantantes más reconocidos de la Época de Oro del Cine Mexicano, pues gracias a su trabajo en la pantalla grande, pero sobre todo en la música, ahora es una leyenda. Si bien tuvo una vida llena de éxitos, en sus últimos días sufrió mucho, pues el artista tenía una terrible enfermedad que fue mermando su salud, hasta llegó a agonizar mientras esperaba su final, declararon algunos familiares.
Este 23 de noviembre se conmemoran 49 años de la muerte de José Alfredo Jiménez Sandoval, quien lamentablemente perdió la vida en 1973, cuando tenía 47 años de edad. "El Rey", como era llamado, participó en el cine en películas como "Juana Gallo", estelarizada por María Félix, "Escuela para solteras", junto a Antonio y Luis Aguilar, "Pero sigo siendo el rey" y "Me cansé de rogarle"; no obstante, fue su carrera como cantautor la que le dejó mayores éxitos pues entre su larga lista de creaciones están los clásicos "Te solté la rienda", “Paloma querida” y “Camino de Guanajuato”.
Así fueron los últimos días de José Alfredo Jiménez
En los años 60, el intérprete de "Ella", (también conocida como "Me cansé de rogarle") fue diagnosticado con cirrosis hepática, debido a que bebió alcohol desde muy joven, pues aunque muchos negaban que tomara en exceso, sus grandes amigas Chavela Vargas y Lucha Villa declararon que llegaron a emborracharse junto a él. Aunque la controló por un largo tiempo, a inicios de la década de los 70 comenzó a darle graves problemas de salud, confesó su hijo José Alfredo Jr. -quien murió el año pasado-.
En 1973 comenzaron sus visitas constantes al nosocomio. En febrero de ese año el intérprete de "El último trago" ingresó a la Clínica Londres, ubicada al sur de la Ciudad de México, para que le hicieran algunos estudios. A partir de ese día José Alfredo entró y salió del hospital, ya que se desmayaba frecuentemente, como la vez que estaba en el cine o cuando se recuperaba en casa, estado al cuidado de su esposa, Alicia Juárez, recordada por tenerle envidia a Lucha Villa.
José Alfredo Jiménez Jr. declaró que durante sus últimos días de vida su padre ya no podía moverse de su cama a causa de los intensos dolores, algo que calificó como una agonía para el artista. A pesar de los intentos de los doctores y del tratamiento, la salud del cantante y actor comenzó a agravarse debido a las várices que le salieron en el esófago, pues éstas se le reventaban con facilidad y le causaban sangrados que pasan a ser hemorragias.
Esta condición hizo que desarrollara un ciclo de quemaduras, estrías y sangrados, las cuales mermaron su estado de salud, que de por sí ya era crítica. Fue así como nueve meses después de que pasara más tiempo en el hospital que en su casa, José Alfredo Jiménez murió a causa de la cirrosis hepática. Sus restos fueron depositados en el cementerio de su pueblo natal, Dolores Hidalgo, Guanajuato, tal y como anticipó en su canción "Camino de Guanajuato" y "Gracias".
El guanajuatense creó varios temas de ranchera, sones, corridos, y huapangos a ritmo de mariachi, por mencionar algunos de los más de 200 temas como: “Qué bonito amor”, “Paloma querida”, “Serenata huasteca”, “Un mundo raro”, “Qué suerte la mía” y “Amanecí en tus brazos”. Sus canciones aún se encuentran en el gusto de la gente y también ha contado con versiones de personalidades como Vicente Fernández, Pedro Infante, Javier Solís, Antonio Aguilar, Rocío Durcal, Plácido Domingo, Eugenia León, Luis Miguel, Juan Gabriel, por mencionar algunos de su larga lista.
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