Guillermina Jiménez Chabolla, mejor conocida por su nombre artístico de Flor Silvestre, es una de las mujeres más recordadas de la época del Cine de Oro por su innegable talento para la actuación y la música, industria en la que se robó el corazón de todo México y de varios galanes al interpretar canciones como "Cielo Rojo".
Entre los hombres que resultaron flechados por Flor Silvestre destaca Antonio Aguilar, quien fue el gran amor de su vida y con quien forjó la hoy conocida Dinastía Aguilar que ya presentó a los más jóvenes talentos. A pesar de ello, el cantante no fue el único matrimonio de la actriz, pues durante su juventud se enamoró en más de una ocasión.
Ese enamoramiento la llevó al altar en dos ocasiones previas a su unión con Antonio Aguilar; sin embargo, los matrimonios de Flor Silvestre no duraron muchos años y se vio obligada a divorciarse, ya con tres pequeños hijos.
¿Quién fue el primer gran amor de Flor Silvestre?
En 1945, cuando la actriz sólo tenía 15 años, contrajo matrimonio por primera vez con Andrés Nieto, un hombre que siempre se mantuvo alejado del ojo público, por lo que no se conocen muchos detalles sobre esta relación; sin embargo, fruto de este gran amor la cantante se convirtió en madre por primera vez.
Pues a tres años de su matrimonio, el 27 de febrero de 1948 nació Dalia Inés Nieto Jiménez, quien años más tarde destacaría como cantante, bailarina, actriz y escritora; sin embargo, sus padres comenzaron a tener varios problemas en el matrimonio, aparentemente por las actitudes de Nieto.
Según explicaron fuentes cercanas a la pareja, las asperezas entre Flor Silvestre y su primer esposo iniciaron por el carácter irascible de Andrés, quien además era aficionado al juego, hecho que les trajo graves problemas económicos. Razones suficientes para que en 1950 la mujer conocida como "Reina de la canción Mexicana" pusiera fin al matrimonio.
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Flor Silvestre y su segundo matrimonio
Otro de los grandes amores de la protagonista de "El bolero de Raquel" fue el locutor Francisco Rubiales Calvo, mejor conocido como Paco Malgesto, con quien tuvo una relación desde 1950 tras coincidir y conocerse durante una obra de teatro hasta que tres años más tarde, le propuso matrimonio a Flor Silvestre.
Pero como si de una maldición se tratara, la unión sólo duro cinco años, al igual que con Andrés Nieto, pues en esta ocasión Flor Silvestre descubrió una infidelidad por parte del locutor con una bailarina; sin embargo, el proceso de divorcio fue más duro que el anterior, ya que Malgesto se negaba a firmar para la separación legal. Fue hasta 1958 que la pareja finalmente se separó.
Claro que eso no fue impedimento para que en los años de matrimonio la familia creciera, ya que Paco y Flor se convirtieron en padres de Francisco y Marcela, quienes se dedicaron a la traducción y a la actuación, respectivamente. Pero tras el divorcio, Flor Silvestre perdió la custodia de sus dos hijos.
Cabe recordar que el locutor ya se había divorciado en una ocasión, también por una infidelidad.
Antonio Aguilar, el gran amor de su vida
Finalmente, la actriz conoció al gran amor de su vida, Antonio Aguilar, con quien compartió la gran pantalla en películas como "La huella del chacal" y aparentemente el romance entre los famosos inició en 1957, por lo que se legó a correr el rumor de que Flor Silvestre había abandonado a sus hijos con Paco Malgesto para iniciar de cero con el Charro de México, pero más tarde se desmintió esa versión.
Y a un año de obtener su segundo divorcio, la actriz contrajo matrimonio por última vez con Antonio Aguilar. Esta relación fue la duradera y prueba de su amor, ya que Silvestre estuvo junto a su amado hasta el 2007, año en el que el intérprete perdió la vida por una neumonía. En esta tercera relación, la cantante tuvo otros dos hijos: Antonio Jr. y Pepe Aguilar.
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