La noche del sábado 8 de agosto, la señora Martha Codo, la incondicional fan de Luis Miguel, falleció de un paro cardiorrespiratorio, su familia informó que todo fue repentino, padecía diabetes e hipertensión, pero se atendía bien.
“No sufrió nada, estaba hablando por teléfono con mi hermana, en una conversación tranquila y amena, sin problemas. Desde el 11 de marzo no salía ni a la esquina, estaba en confinamiento, pero seguía mostrando su admiración por Luis Miguel en los programas de radio donde la invitaban”, contó su hija Elisa.
Apenas hace ocho días, colaboró en dos programas vía zoom y todos los días mantenía conversaciones con los clubs de fans distintos lugares de América Latina. Aunque su familia a veces se cansaba de tanta música de “El Sol”, respetaban su fanatismo y amor, porque sabían que era lo que la hacía feliz.
“Ella se fue tranquila, nunca se quedó con ganas de hacer algo, siempre dijo que si su vida se acababa no cambiaría nada. Sus últimos momentos fueron amenos, todos los días hablaba con los clubs de fans, era parte esencial de su vida y eso la mantiene contenta y feliz”, agregó Elisa. Por la pandemia, no harán velorios, pero Elisa es consciente del gran amor que le tienen sus compañeras.
Luis Miguel, una inversión a su salud emocional
La señora nunca supo cuánto dinero y tiempo invirtió en cosas de Luis Miguel, porque no lo veía como un gasto, sino como una inversión a sus gustos y salud emocional. El boleto más caro que pagó por verlo, tuvo un costo de mil 280 dólares (23 mil pesos) para un show en Estados Unidos.
“Mucha gente dice que con el dinero que gasto, ya tendría una casa o dos. A las personas les intriga mucho este tema, pero siempre fui muy trabajadora, mi marido me mantenía bien, no tenía que aportar dinero a casa, salvo algunas ocasiones, y ahora tengo mi jubilación. Entonces siempre gastó en mí y mis gustos, es decir en Luis Miguel”, dijo a este medio en 2018.
En su casa había discos, fotos, recortes de periódicos, revistas, tazas, vasos, carpetas, álbumes fotográficos, rosas blancas, hasta una foto de tamaño real del cantante, que la señora atesoraba mucho.
Luis Miguel reconoció a Codo en su concierto número 300 el 7 de marzo en el Auditorio Nacional en 2018, pero ella era su seguidora desde los 90 y en varios conciertos, él la saludaba y le daba una rosa blanca.
Por Patricia Villanueva
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