Nadie ofrece tanto como el que no va cumplir, reza un refrán popular que lamentablemente se volvió realidad en cuanto al precio de la gasolina en México. Una de las principales promesas de la campaña presidencial de López Obrador, fue que el precio de la gasolina sería de $10 pesos por litro. Hoy, esa promesa no solo está incumplida, sino rebasada ya que en algunos expendios gasolineros los precios han alcanzado máximos históricos, superando los $28 pesos por litro, con incrementos de hasta 8.5% anual. Este aumento supera por mucho la inflación proyectada y tiene un efecto devastador en la economía familiar encareciendo la canasta básica, el transporte y los servicios esenciales.
No omito manifestar que durante el último año del sexenio de Felipe Calderón -a quien tanto les gusta denostar al oficialismo-, el precio promedio al público de la gasolina magna, premium y el diésel era de 10.2, 10.9 y 10.6 pesos por litro respectivamente, al final del sexenio de López Obrador, los precios oscilaron entre los 23.4, 25.1 y 25.2 pesos por litro respectivamente, lo que represento´ incrementos superiores al 130%.
Lejos de intentar poner freno a este incremento con medidas eficientes y realistas, Morena se ha opuesto en diversas ocasiones a iniciativas, puntos de acuerdo y reservas que atendían el aumento de precio. Recientemente, -en el contexto del análisis de la Ley de Ingresos 2025- Acción Nacional en la Cámara de Diputados propuso fijar el precio de la gasolina a $20 pesos por litro, con el objetivo de apoyar a la economía familiar ante el largo proceso inflacionario que se ha presentado desde que la 4T es gobierno y aliviar la carga de gasto de las familias mexicanas.
En México el precio de la gasolina se determina por varios factores, pero los que influyen fuertemente en su costo final son el precio de referencia internacional, los costos de importación y la carga de impuestos (el IEPS e IVA representan en promedio 35% del costo total) que contiene su estructura. En los últimos meses, del total de la gasolina que hemos consumido en el país, entre el 60 y 70 % se importa principalmente de Estados Unidos, por lo que el tipo de cambio también se vuelve una variable importante para la determinación de su precio final.
Como ejemplo en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, el porcentaje de impuestos en el precio de la gasolina es únicamente entre el 15% y el 20%. Por lo tanto, un mecanismo viable para bajar el precio de la gasolina es disminuir el porcentaje de impuestos.
Desde el 2017, el Partido Acción Nacional ha impulsado acciones concretas para eliminar las cargas fiscales excesivas sobre los combustibles y garantizar precios más accesibles para todos los mexicanos. Entre estas medidas se incluyen propuestas para reducir o eliminar los IEPS aplicado a la gasolina. La propuesta principal consistía en reducir al 100% las cuotas que se cobran por su venta o comercialización.
En 2020, el partido que tengo el honor de presidir, presento´ el denominado Plan de Reactivación Económica para defender la economía familiar, en el que también se incluyó´ la propuesta para bajar el precio de las gasolinas.
POR JORGE ROMERO HERRERA
PRESIDENTE DE ACCIÓN NACIONAL
@JORGEROHE
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