La Nueva Anormalidad

Hablar de lo político

Una marca de suéteres, y algunas firmas de moda menos conocidas, posibilitaron el trabajo del fotógrafo Oliverio Toscani, fallecido el domingo pasado, cuyas imágenes siguen interpelando sobres las tensiones y distensiones raciales, sexuales y culturales de la humanidad

Hablar de lo político
Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Ésta no es una invitación a hablar de Sheinbaum ni de Trump, de Netanyahu ni de Putin, de Norma Piña ni de Lenia Batres, de Claudio X. González ni de Andrés Manuel López Obrador. Es un exordio a hablar de lo político, no de los políticos (lo que me produce aburrimiento y desinterés crecientes… y pareciera que no estoy solo).

Ésta no es una invitación a discutir la reforma al Poder Judicial o la desaparición de los órganos autónomos, la estrategia nacional de seguridad o la pertinencia del Tren Maya. Es un exordio a hablar de lo político, no de las políticas (lo que me produce preocupación e interés señeros… pero pareciera que mi compañía es exigua, y que esos tres pelados hablamos sólo entre nosotros y decimos las mismas cosas, que nuestra discusión interesa a pocos y poco efecto tiene en la realidad).

Esto es una invitación a hablar de lo político: de lo que a todos concierne, a todos interesa, en todos incide. Es una provocación a pensar la agonía involuntaria y la muerte provocada, las posibilidades de lo étnico y lo sexual con sus diferentísimas lecturas, los constructos variopintos que religión e ideología -hermanas incestuosas y voraces- han legado a la humanidad, así como las vías para dirimir los conflictos por ellas causados. Es una provocación -nunca mejor dicho- a discutir pertenencia y tránsito, salud y enfermedad, vigilancia y castigo, confrontación y coexistencia, guerra y paz. Y la invitación no la firmo yo. La firma una marca de suéteres.

La fórmula, sin embargo, un artista: Oliviero Toscani. Lo digo en presente aunque las imágenes con que puso los temas en la mesa tengan en el mejor de los casos más de un lustro y en la gran mayoría un cuarto de siglo o más, y aunque el fotógrafo y publicista italiano haya muerto el domingo pasado.

Si así me lo permito es porque sus fotografías -las más de creación propia pero algunas compradas a agencias; muchísimas tomadas para Benetton pero otras para las menos conocidas firmas de moda RaRe y Nolita- siguen interpelándonos, lo que habla maravillas de su discurso -su exploración visual de tensiones y distensiones raciales, sexuales, culturales se conserva poderosa- y muy mal de nuestro mundo -pena de muerte, racismo, discriminación, polarización política, conflicto en Medio Oriente: temas que seguimos sin resolver tras décadas.

Cuenta Toscani -en un documental filmado para la televisora europea Arte- que, cuando la Guerra de los Balcanes, una niña bosnia, expuesta a sus campañas para Benetton que se servían de la moda para visibilizar la injusticia y la exclusión, le mandó una carta suplicante: “La gente habla de lo que usted publica; ayúdenos”. El siguiente anuncio de la marca italiana era la ropa ensangrentada de un civil caído en esa guerra.

Hoy nos urge emular a Toscani: hablar de lo que importa.

POR NICOLÁS ALVARADO

COLABORADOR

IG y Threads: @nicolasalvaradolector

EEZ

Temas