México es considerado uno de los países con mayor malnutrición, y al mismo tiempo con uno de los más altos niveles de obesidad infantil. Por lo cual se podría esperar que la política pública para retirar la comida chatarra de las escuelas estuviese muy bien estructurada.
Esta, en cambio, está resultando fatal. De hecho, al momento que esto escribo circulan rumores en el sentido de que la Secretaría de Educacion Pública podría estar considerando dar marcha atrás a la reforma que estableció los lineamientos que prohibieron la venta y distribución de comida chatarra en los centros escolares. ¿Qué está pasando? La hechura de la política deja mucho que desear.
Empezando porque la prohibición lleva a los mercados negros, al contrabando y, dado que se trata de azúcar, a un tipo de adicción aún más pernicioso en los menores. La prohibición está dando resultados, mas no los esperados. Los niños se las están ingeniado para vender de manera clandestina t golosinas y frituras. Los maestros lo permiten. ¡Increíble, la 4t impulsando el neoliberalismo!
Punto extra por enseñarles a hacer negocios desde muy pequeños; por sacar pingües beneficios por las botanas y dulces que sus compañeros siguen demandando. Gracias a la prohibición de dulces y comida chatarra, ahora los niños descubren lo lucrativo que resulta el tráfico y el contrabando, que no el negocio. Pues los primeros incluyen burlarse de la ley y el último significa pagar impuestos y volverse responsable de lo que se hace.
Una enseñanza más de la “Nueva Escuela Mexicana”… Más que prohibir, lo que se requiere es mayor educación, pero sobre todo más sanas y mayores opciones de alimentos que sean accesibles. Es contra eso que se compite. Me refiero a las papas fritas, a los dulces, los refrescos y chocolates que no favorecen a una alimentación saludable. ¿Saben ustedes que se permite la venta de Chocolate del Bienestar en las escuelas a pesar de que tiene todo tipo de sellos de comida nociva y cuando hay en el mercado mejores alternativas de chocolate? Este producto más parece negocio de algunos que ventaja para los menores.
En su momento, Hugo López-Gatell impulsó colocar etiquetas en los productos y ahora idearon estos lineamientos... No cabe duda, lo prohibido hace las cosas más tentadoras. La propuesta del galeno no fue original de él. Provino de Chile, pero para que resulte exitosa, se deben tener accesibles alimentos sucedáneos a los que se están restringiendo.
El diagnóstico es correcto: tenemos una población infantil mal alimentada, pero no será prohibiendo los “alimentos” chatarra en las escuelas como se logren modificar regímenes alimenticios. La propuesta de política pública debe ir acompañada de acciones y no sólo enfocarla en la NO venta de chatarra.
A la propuesta de la SEP y la Secretaría de Salud le falta mucho para ser una política pública integral. Con los 6 millones de niños que no han podido ser vacunados con un esquema completo ya tenemos suficiente. Protesto ante otro fracaso en política pública, máxime cuando hay tanto que hacer por nuestros infantes.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
EEZ