Hace rato, las peleas de Saúl Álvarez representan uno de los más grandes shows deportivos en México. Asimismo, casi siempre, los partidos entre América y Chivas son la rivalidad más trascendente en el futbol azteca.
En una coincidencia de tiempo, pero no de espacio, Canelo (Las Vegas, Estados Unidos) acecha una reivindicación contra el kazajo Gennady Golovkin. Las Águilas y el Rebaño Sagrado (Ciudad de México), por su parte, persiguen el orgullo, y un lugar en la siguiente fase del Apertura 2022.
En el Estadio Azteca, los azulcremas pretenden el pase directo a los cuartos de final; el club rojiblanco, un sitio en el repechaje. En la recta final del calendario, el desgaste físico en ambos conjuntos puede ser determinante, tras juegos nacionales e internacionales.
Los azulcremas han recorrido un total de 39 mil 481 kilómetros desde el comienzo de la pretemporada; mientras que los tapatíos acumulan 29 mil 608. En dicho periodo, los dos máximos ganadores enfrentaron al Real Madrid, Manchester City y Juventus, entre otros.
El movimiento de Saúl Álvarez también ha sido demandante: en los últimos años ha saltado a diferentes divisiones, en busca de nuevos desafíos. Sin embargo, ahora regresa al pasado, para completar uno de los capítulos más importantes en su carrera profesional.
Es una oportunidad única de reivindicación, pero también una demostración de talento y contundencia, tras dos pleitos polémicos (una victoria y un empate). Ante el kazajo Gennady Golovkin enfrenta uno de los combates más esperados en el mundo del boxeo actual.
En fechas 100 por ciento mexicanas, los máximos protagonistas del deporte nacional, de los dos deportes, quizá, más tricolores (o populares en nuestro país), estelarizan una noche única y muy emotiva. Canelo, América y Chivas, protagonistas, por supuesto.
Por Emilio Pineres, Iliany Aparicio y Oscar Zamora
MAAZ
