Más allá de ser un medio de entretenimiento, el cine se ha vuelto un espacio en el que las personas conocen historias que guardan varios significados. Una de ellas es “Up: una aventura de altura”, película producida por Walt Disney Pictures y Pixar Animation Studios. Hoy 5 de junio de 2024, la cinta animada celebra 15 años de su estreno, especialmente porque dejó grandes lecciones de vida, siendo una de las más relevantes de Disney y Pixar.
De qué trata “Up: una aventura de altura”
La cinta fue estrenada el 5 de junio de 2009 y recaudó 735.1 millones de dólares. Por su historia, animación y música, captó la atención de los críticos del cine y ganó dos Premios Oscar. Aunque ya pasaron 15 años, el filme destaca porque es una historia tanto para niños como adultos. Esta gira en torno al anciano Carl Fredricksen y el niño explorador Russell, quienes aparentemente no tienen nada en común, pero terminan viviendo una aventura de altura, como indica el título.
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Qué lecciones dejó “Up: una aventura de altura”
Los protagonistas de “Up: una aventura de altura” son muy diferentes, pero, por lo mismo, dejan aprendizajes, ya que comparten algo: ambos viven situaciones que los afligen. Mientras Carl Fredricksen se estancó y dejó de disfrutar la vida por la muerte de su esposa, su amada Ellie, a quien conoció cuando los dos eran pequeños, Russell es un pequeño que tiene un padre ausente, de modo que se esfuerza para que este lo mire.
Al unirse por los azares del destino, ambos aprenden que los sueños se hacen realidad, pero hay que trabajar con tenacidad, perdiendo el miedo y saliendo de la zona de confort. Y, además, aprenden que las cosas no siempre pasan como se esperan o desean, sino como tienen que ser.
Hay que confiar
Cuando Carl conoce a Russell, lo subestima por ser un pequeño e ingenuo. Sin embargo, con el tiempo, el niño le demuestra al anciano que darle un voto de fe a las personas puede hacer la diferencia.
Trabajar en equipo es mejor
Durante la historia de “Up: una aventura de altura” hay diversos altibajos porque los protagonistas tienen diferentes metas: el anciano quiere llevar su casa a la cascada que Ellie anhelaba conocer y el explorador desea salvar a un ave. Cuando llegan a un punto medio y hacen equipo, se dan cuenta de que con la unión se pueden lograr más cosas.
Actuar sin esperar nada a cambio
Aunque Carl es el adulto de la historia, Russell es quien pone de manifiesto que obrar de manera desinteresada es un acto de amor y una semilla para el cambio. La bondad e ingenuidad del pequeño conmueven al anciano, quien reconecta con él mismo recordando cómo fueron sus días más felices.
Nunca es tarde para ser feliz
Tras perder a su amada Ellie, el protagonista de “Up: una aventura de altura” se desmorona, dejando de seguir la aventura. De cierta manera, vive una depresión y se torna solitario y huraño. No se da la oportunidad de hacer amigos, pero eso cambia cuando conoce al pequeño explorador, quien lo hace ver la vida de otra manera, recobrando la emoción por vivir.
Hay que dejar ir y seguir adelante
Finalmente, la película de Disney y Pixar ofrece una gran lección: hay que salir de la zona de confort para darle la bienvenida a lo nuevo. Esto sucede cuando Carl se da cuenta de que la vida es un aventura y de que perder a Ellie no lo debe frenar porque tiene que seguir adelante. Al pasar la página, tiene un cambio de actitud y va detrás de Russell, quien está en aprietos. Juntos salen adelante, de modo que se vuelven amigos. También le entrega a Russell la mayor insignia que le podría dar: la de Ellie.
