La actividad física, más allá de su reconocido papel en la mejora de la salud cardiovascular y la reducción de la obesidad, tiene un impacto significativo en nuestro cerebro, pues numerosos estudios han arrojado que el ejercicio aeróbico constante puede beneficiar nuestra salud mental.
¿Qué beneficios tiene ejercitarse?
En 2019, el Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, liderado por Carmen Vivar, realizó un estudio y concluyó que ejercitarse, como correr, durante al menos 30 minutos, puede incrementar la generación de nuevas neuronas en el cerebro, un proceso conocido como neurogénesis.
Además, el ejercicio físico promueve la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta a nuevas experiencias y desafíos. Este fenómeno se produce a través de la activación del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).
El BDNF es una proteína crucial para la salud cerebral y se ha descubierto que el ejercicio físico estimula la liberación de una proteína llamada catepsina b en los músculos, que puede atravesar la barrera hematoencefálica y promover la producción de más BDNF, como resultado, se observa un aumento en el número de nuevas neuronas y en la neuroplasticidad.
Te sentirás mucho mejor
También tiene efectos significativos en la regulación de las emociones y en algunos casos tiene consecuencias antidepresivas y ansiolíticas, sin embargo, si se padece un problema relacionado con la depresión, lo mejor es acudir con un experto para atenderlo. En los adultos mayores, se ha demostrado que el ejercicio aeróbico puede ayudar a recuperar el tamaño del hipocampo, una región del cerebro que tiende a disminuir con la edad y que juega un papel crucial en los procesos de aprendizaje y memoria.
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