Cuando por fin leí este best seller, yo ya tenía un criterio más desarrollado por lo que me percate, que históricamente, existe un pensamiento de pureza como generador de distinción social, el cual J.K. Rowling integra en sus libros. En este artículo les quiero compartir algunas de mis ideas.
Pensamiento de pureza como distinción social
La sangre vista desde el linaje, históricamente se establece como un principio de distinción social y jerárquica. Este término dicta que las cualidades físicas, espirituales y psicológicas se heredan a través de la sangre, por lo tanto, la garantía más importante para la viabilidad de la pureza es evitar a toda costa la mezcla de sangre superior con la inferior. Esto llevaría a su decadencia y atrofia. Este concepto hace distinción entre los grupos, sea por fenotipo, raza, religión o género.
De acuerdo con la autora Mel Gowland, la comunidad mágica ideada por J. K. Rowling se encuentra atravesada por un elemento que estructura y recorre la saga por completo: la sangre. El uso del término “pureza de sangre” en los libros de la saga. Es un término que utilizan los magos de sangre limpia, “linaje puro”, para referirse a los magos que no son limpios de sangre, es decir, cuando su procedencia es de familia muggle (humanos), pero que cuentan con poderes mágicos.
Pureza de sangre
Ante estas dos ideas surgió ante mí una metáfora de enseñanza- aprendizaje con el fin de combatir a la intolerancia:
- Harry Potter es un recordatorio de la importancia de la diversificación de la sangre en una sociedad, es decir, no importan las mezclas. Dando pie a la lucha contra las ideologías que oprimen a un grupo de personas y la libertad de pensamiento.
- También nos enseña el triunfo ante la intolerancia, como, cuando se derrocó a Lord Voldemort por magos considerados de sangre pura y sucia.
El segundo punto, es la victoria del bien como aprendizaje en las generaciones del siglo XXI ante un mundo donde la diversidad abunda en todos los aspectos, para la preservación de la sociedad es necesario la aceptación de estas diferencias y la lucha contra las injusticias.
Por último, ver el uno por el otro
Hacer el bien, ayudar a otras personas son cosas que cuestan poco esfuerzo para quien lo da, pero pueden suponer una enorme diferencia para quien lo recibe. Las generaciones del siglo XXI vivimos en un mundo con problemas económicos, sociales, ambientales, políticos, está en el criterio de cada individuo involucrarse por el bien común.
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