En 2018, la CNN publicó el caso de un hombre en Florida que falleció a causa de la explosión de su cigarrillo electrónico, siendo esta la primera muerte atribuida a un vapeador en Estados Unidos.
La calidad de los vapeadores en México
Aunque en México aún no se tiene registro de algún accidente, en 2021, el INEGI registró que un millón 23 mil personas de 20 años y más son usuarios de estos productos, por lo que surge la interrogante: ¿Qué tan seguro es su uso?
Los cigarrillos electrónicos surgen como una alternativa al consumo del tabaco tradicional, sólo que, a diferencia de un cigarro común, estos funcionan con pilas. Las partes que conforman a un cigarrillo electrónico son: una boquilla remplazable, un atomizador, un conector en donde se ubica la resistencia que calienta el líquido que contiene nicotina, un botón y batería, la cual se recarga por medio de un conector USB.
¿Cuál es el mejor vapeador?
Al ser un producto de alta demanda entre los jóvenes, los fabricantes buscan posicionarse frente a la competencia ofreciendo satisfacer las necesidades más exigentes del público, necesidades que van desde el diseño del cigarrillo hasta la gama de sabores en los que se pueden encontrar.
Sin embargo, el mayor atractivo de este producto resulta ser la batería de larga duración ya que ello representa comodidad y utilidad en cualquier lugar y a cualquier hora.
Falta de regulación
Actualmente, en México, los vapeadores no cuentan con una norma oficial que regule su fabricación, por lo que no hay mucha información al público acerca de cuáles son los requisitos necesarios para su producción.
Si bien existen medidas y sugerencias para el uso apropiado de este producto, no existe una base sustentada en buenas prácticas de manufactura de calidad para cigarrillos electrónicos.
Desarrollar un producto seguro para cualquier usuario, requiere de un proceso certificado y avalado por alguna norma de calidad; en este punto, la calidad no sólo se evalúa al final del proceso de producción, sino que comienza desde el concepto y diseño de aquello que se va a vender, la evaluación de las materias primas y el impacto que tendrá con el medio ambiente la fabricación del mismo.
El riesgo de comprar un vapeador
Cuando no se tiene bien definido el enfoque de la calidad en un proceso, este puede acarrear situaciones graves, tal como la situación presentada en Madrid 2018, en la que la explosión de la batería de repuesto para un cigarrillo electrónico causó quemaduras de segundo grado a un hombre de 43 años, aunque se desconoce la causa oficial de la explosión no está por demás hacer hincapié en que es necesaria una regulación sanitaria al tratarse de un producto en contacto directo con el cuerpo humano.
La industria está cambiando tan rápidamente que el uso de los vapeadores está superando el ritmo del conocimiento científico; puede ser que los vapeadores sean más seguros que fumar, pero eso no significa que no haya peligro en su uso.
En qué fijarte al comprar un vapeador
El cigarrillo electrónico es un producto muy reciente, y a pesar de la multitud de estudios que se han hecho, aún falta perspectiva sobre su uso; por lo que sólo podemos permanecer atentos ante un producto que aún es demasiado poco conocido y considerarlo como último recurso con miras a la abstinencia de la nicotina.
Los consumidores pueden considerar utilizar dispositivos que cuenten con mejores características de seguridad, usar el cargador correcto y evitar cargar una batería durante toda la noche.
La industria siempre puede hacer más y nosotros como usuarios también; la idea de una producción industrial más segura y ecológica es un reto que requerirá del trabajo, conocimiento y colaboración de muchas personas.
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