El mundo de los muertos ha sido un misterio desde el inicio de la humanidad, tan es así que todas las culturas han intentado explicar los fenómenos paranormales con distintas leyendas, pero a pesar de todas las creencias que existen alrededor del mundo, los fenómenos extranormales no son tomados en serio por la población, ya que muchos escépticos argumentan que todos estos mitos surgieron a raíz de las películas de terror, por lo que es imposible que existan fantasmas que buscan ponerse en contacto desde el más allá.
Pero en un mundo lleno de escepticismo, una pareja se encargó de documentar y resolver decenas de casos paranormales en donde, familas de carne y hueso, eran atormentadas por entes diabólicos que sólo buscaban dañarlos a cualquier costo y sí, me refiero a los icónicos Ed y Lorraine Warren, quienes nos enseñaron que existen otros planos físicos dignos de ser estudiados ya que muchas veces, los seres que habitan al otro lado del velo, mantienen contacto cercano con los humanos que nos encontramos en el plano terrenal, regalándonos así evidencia irrefutable de que, tal vez, existan otros planos conviviendo con el nuestro.
La verdadera historia detrás de Amityville
El 13 de noviembre de 1974, en la tranquila ciudad de Amityville, Nueva York, ocurrió un suceso macabro que sacudió los cimientos de una comunidad ya que Ronald DeFeo irrumpió en Harry's Bar, afirmando que sus padres habían sido asesinados a tiros, la escena que la policía encontró en la casa de los DeFeo fue horripilante: los padres y cuatro de los cinco hijos de DeFeo yacían boca abajo, ejecutados a tiros, cada uno en su propia cama y sin rastros de quien pudo haber sido el culpable.
Las investigaciones iniciales señalaron al propio Ronald DeFeo como el culpable de aquel atroz crimen, pero el joven declaró que él sólo había encontrado los cuerpos sin vida de sus familiares al llegar a casa; no fue hasta que la policía encontró un estuche para un rifle Marlin calibre .35 en la habitación de Ronald que confesó, pero lejos de declarar algún crimen de odio o impulso agresivo, DeFeo explicó que una voz demoniaca que habitaba en el sótano de su hogar lo había poseído para cometer los asesinatos.
Después de esa confusa declaración inicial que nadie creyó, Ronald DeFeo fue declarado culpable y condenado a seis cadenas perpetuas consecutivas, sin embargo, las preguntas sobre cómo una sola persona pudo perpetrar estos asesinatos en la oscuridad de la noche sin que nadie escuchara los disparos persistieron ya que, de acuerdo con la escena del crimen, no había señales de que los integrantes de la familia se hubieran levantado al escuchar los disparos, por lo que cada uno se encontraba en su cama, sin ninguna otra señal de violencia, miedo o de haberse despertado siquiera.
Las aterradoras experiencias de la familia Lutz
El 18 de diciembre de 1975 tan sólo 13 meses después de los terribles asesinatos ocurridos en la propiedad, la familia Lutz se mudó a la casa de los DeFeo, ignorando el siniestro pasado y pensando que aquella acogedora casa colonial holandesa de tan sólo 80 mil dólares era su oportunidad de tener un lugar hermoso para vivir; pero poco después de mudarse oficialmente comenzaron a experimentar fenómenos inexplicables: personalidades alteradas, moscas en pleno invierno, olores desagradables, y manifestaciones paranormales aterradores.
La familia Lutz declaró que desde la primera noche que pasaron en su nuevo hogar pudieron sentir una incomodidad aterradora que decidieron ignorar, pero tan sólo un par de días después de instalarse, la personalidad de la familia cambió drásticamente y comenzaron a surgir discusiones, por lo que decidieron llamar a un sacerdote para bendecir aquel espacio, pero lejos de terminar con las sensaciones extrañas, estas se potenciaron cuando el ente gritó al padre "¡FUERA!" mientras este se encontraba esparciendo agua bendita en una de las habitaciones.
Aunque el sacerdote no mencionó nada a la familia, sí les advirtió que era mejor no usar esa habitación, a lo que ellos accedieron convirtiéndolo en un cuarto de costura y evitando que las personas pasaran ahí la noche, pero esto sólo fue el inicio de la pesadilla. Pocos días después de haberse mudado, George Lutz (padre de los niños) afirmó sentir un escalofrío permanente que no se iba a pesar de estar todo el tiempo frente a la chimenea, además de esto también notó un deterioro de su salud, así como en la de su esposa Kathy.
De la misma forma, la hija Lutz empezó a pasar todo el tiempo en su habitación jugando con un amigo imaginario, a quien describía como una cerda de ojos rojos llamada Jodie, que podía transformar no solo la forma sino también el tamaño, siendo a veces más grande que la casa y explicó que nadie podía verla, a menos que ella decidiera mostrarse. Pero además de esto, la familia describió que a veces podían detectarse olores muy desagradables, manchas negras en varias áreas de la casa, moscas en el cuarto destinado a la costura a pesar de que era invierno y George afirmó despertarse todas las noches a las 3:15 am, lo que coincidía con el momento en que la policía sintió que los DeFeo habían sido asesinados.
En otra ocasión, George presenció aterrado cómo su esposa parecía transformarse ante sus ojos, adquiriendo una apariencia siniestra de una anciana bruja; la noche siguiente, la sorpresa se transformó en terror cuando Kathy comenzó a levitar sobre la cama, por lo que los Lutz buscaron desesperadamente la ayuda del sacerdote, pero descubrieron con frustración que los teléfonos se cortaban cada vez que intentaban llamarlo, es así como la familia decidió enfrentar la presencia maligna por sí misma.
Equipados con un crucifijo, recorrieron la casa recitando el Padrenuestro, en respuesta, un coro de voces osciló en el aire, desafiándolos con la pregunta inquietante: "¿Quieres parar?". Así, la última noche fue la peor de todas: golpes ensordecedores y envoltorios intensos resonaron por toda la casa, los muebles cobraron vida propia y los niños fueron aterrorizados por fuerzas invisibles. Tras 28 días en la casa, la familia Lutz llegó a un punto de quiebre y con apenas algunas pertenencias, escaparon, buscando refugio en la casa de la madre de Kathy Lutz en la cercana Babilonia.
La aterradora fotografía captada por los Warren
Aproximadamente 20 días después de la escapada de los Lutz, el periodista Marvin Scott contactó a Ed y Lorraine Warren para que revisaran la casa, fue así como la casa de 112 Ocean Avenue se llenó de periodistas, investigadores y parapsicólogos para comenzar con la exploración. Durante la intensa investigación, Ed Warren fue físicamente empujado al suelo mientras intentaba provocar respuestas utilizando métodos religiosos en el sótano y Lorraine se sintió abrumada por una presencia demoniaca y plagada de impresiones psíquicas relacionadas con los cuerpos de la familia DeFeo envueltos en sábanas blancas en el suelo, experimentando una sensación de rechazo físico.
A pesar de esto, el equipo de investigación logró capturar la icónica imagen de un espíritu que se manifestaba como un niño pequeño asomándose desde el segundo piso y descubrieron que la tierra había sido utilizada por John Ketchum, un mago negro practicante, quien poseía una cabaña en el terreno antes de la construcción del colonial holandés en 1924, Ketchum solicitó que sus restos fueran enterrados en esa propiedad, y hasta el día de hoy, permanecen allí.
Los Warren creían que esta historia de sufrimiento dejó a la propiedad con una energía profundamente negativa y una oscura historia y consideraban que esta negatividad era un imán para los espíritus demoníacos y lo sobrenatural, impactando directamente tanto en la vida de los DeFeo como de los Lutz.
Los Warren recuperaron algunas posesiones terrenales de los Lutz, así como la escritura de la propiedad y después de vender el resto de sus pertenencias, los Lutz se mudaron a California. La casa de Amityville, que originalmente fue adquirida por la familia Lutz en 1975 por 80 mil dólares, se vendió por 950 mil dólares en 2010 y ahora está nuevamente en el mercado, hasta ahora no ha habido más informes de actividad paranormal por parte de los residentes actuales.
Aunque investigaciones recientes han desmentido el trabajo de los Warren, la realidad es que su forma de abordar y presentar los fenómenos paranormales se convirtió en un parteaguas para que las anécdotas de fantasmas fueran tomadas en serio por el mundo y así abrir el panorama para barajear la idea de que existen otros planos que se encuentran habitados por seres no humanos y que, muchas veces, estos planos se superponen con el nuestro, creando fenómenos inexplicables; de la misma forma, con sus investigaciones pudimos ser testigos de que también existen fuerzas oscuras que sólo esperan el momento adecuado para sembrar terror en los humanos. Y aunque, de acuerdo con información publicada, es muy probable que sus casos no hayan sido del todo ciertos, es innegable su legado, regalándonos películas e historias para contar en la oscuridad.
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