Repartir tarros de cacahuates antes de cada misión ha sido una tradición del Laboratorio de Propulsión a Chorro desde 1964. Los ingenieros los consideran de buena suerte. Comenzó cuando la financiación de los laboratorios estaba en el limbo después de que seis misiones Ranger consecutivas no lograran aterrizar con éxito en la Luna.
Antes del lanzamiento de Ranger 7, circulaban rumores en la NASA de que se recortarían los fondos del Laboratorio de Propulsión a Chorro. Incluso hubo teorías de conspiración en torno a una posible falla de lanzamiento y sabotaje cuando un trabajador encontró una pequeña bolsa de polietileno con tornillos y arandelas de seguridad sellados dentro de los módulos electrónicos en el subsistema de televisión de la Ranger 7.
Entonces, para aliviar la tensión, el director de la misión Harris Schurmeier entregó frascos de maní. Pensó que darles a los ingenieros algo para masticar o jugar podría centrar su atención en el éxito de la misión Ranger 7, en lugar de perder potencialmente sus trabajos.
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Después de una larga serie de fallas, el 28 de julio de 1964, el Ranger 7 aterrizó con éxito en la Luna y pudo hacer su trabajo y fotografiar la superficie lunar. Después de la misión, los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro consideraron que el maní era su amuleto de buena suerte y nació una nueva tradición.
Una tradición
En algunas ocasiones, los cacahuetes no llegaron al día del lanzamiento. En un caso, la nave espacial se perdió poco después del lanzamiento. En otro, el lanzamiento se retrasó 40 días y solo se llevó a cabo después de que se entregaron los cacahuetes de la suerte al equipo de la misión.
Alguien se olvidó de los cacahuetes de la suerte para la primera oportunidad de lanzamiento de Cassini. Los cacahuetes estaban disponibles para el exitoso despegue del 15 de octubre de 1997.
Incluso la misión Voyager, los cacahuetes aparecieron solo en el lanzamiento. Hoy en día, a menudo se ven en las instalaciones de control de la misión durante las etapas críticas de la misión, como inserciones en órbita, sobrevuelos y aterrizajes, o cualquier otro evento de alta ansiedad o riesgo.
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