Irrealismo lógico

Las narrativas de Teuchitlán

Los desfachatados emecistas, por ejemplo, han optado por culpar a AMLO y a su “omnimosa política de abrazos”, en vez de reconocer que el Fiscalía de Jalisco

Las narrativas de Teuchitlán
Alejandro Almazán / Irrealismo lógico / Opinión El Heraldo de México Foto: Cortesía

La realidad es polisémica. Es decir, cada persona abriga una interpretación de los hechos según sus intereses individuales, su postura política, sus prejuicios y una larga lista de factores que moldean nuestra ideología. En el caso del campo de entrenamiento donde se encontraron restos humanos y que fue reportado por un colectivo de madres buscadoras en Teuchitlán, Jalisco, los diversos puntos de vista han desencadenado campañas desinformativas y una guerra de narrativas que sólo han ensuciado el caso y que omite lo principal: la crisis de desaparecidos que se agravó en ese estado con los gobiernos del MCPRIAN.

Los desfachatados emecistas, por ejemplo, han optado por culpar a AMLO y a su “omnimosa política de abrazos”, en vez de reconocer que el Fiscalía de Jalisco está infiltrada por el narco o que Enrique Alfaro —como gritaron los colectivos en la más reciente protesta— sí sabía de los secuestros forzosos y los ignoró. El presidente del Senado también le entró al tema y deslizó que “no hay prueba de que los zapatos encontrados en Teuchitlán sean de personas desparecidas”.

Un pro 4T acusó a las buscadoras de golpear a la Presidenta y una opositora del Poder Judicial le respondió virulenta: “Ojalá desaparezcas tú y toda tu familia”. Los intelectuales que extrañan los apapachos salinistas ahora sí hablan de los cementerios clandestinos y poetizan: “Va haciéndose presente el subsuelo de tumbas sin sosiego sobre el que está parado México”. Y una espía de la CIA se truena los dedos para que los gringos invadan nuestro país.

El CJNG divulgó un surrealista video donde un redomado cabrón se pregunta: “¿Con qué autoridad (…) ingresaron a un inmueble asegurado, el grupo de mujeres buscadoras?”, y acusa que los colectivos sembraron la idea “de una película de terror”. Sobre el video, un comentócrata alfarista posteó: “Sólo faltó que acabaran (diciendo): Pura gente de la señora Claudia”. Y no faltan los morenistas que creen que el video lo planeó MC o que piensan que “todo se trata de un montaje” para que Donald Trump intervenga en México. Mientras tanto, Cecilia Flores, una madre que busca a sus dos hijos desaparecidos, asegura que la líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco “miente” sobre el hallazgo el rancho Izaguirre.

Periodistas que se presentan como ‘expertos’ repiten que “la posverdad del gobierno y la posverdad del CO” están “al unísono”, sin cuestionarse qué hay detrás. Los periodistas de derecha, por su parte, sólo han lanzado descalificaciones ( “miserables” es su palabra favorita). Otro puñado de comunicadores vuelve a lucrar con las víctimas. (Por eso hay que leer a ciertos colegas de Jalisco: porque no andan buscando premios ni reconocimiento, sino la versión más cercana a lo sucedido en Teuchitlán). Y el fiscal Gertz, además de denunciar inconsistencias de la Fiscalía de Jalisco, llama a los periodistas a asistir al rancho.

Estoy convencido de que algunas narrativas conviven en el mismo espacio. Es decir: es cierto que Jalisco ocupa el primer lugar de desaparecidos; que MC es un lastre para la 4T; que la oposición tiene una campaña contra AMLO y la Presidenta Sheinbaum; que sin las madres buscadoras no sabríamos del horror; que hay mucho morenista que minimiza la crisis de desaparecidos y de fosas clandestinas; que a los gringos les acomoda el caso para su discurso de “narcoterrismo”; que la prioridad de la Presidenta es atender las desapariciones; que las policías locales son la infantería del narco; o que sólo a pocos periodistas les interesa saber qué diablos sucedió.

POR ALEJANDRO ALMAZÁN

COLABORADOR

@ELALEXALMAZAN

MAAZ

 

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