El ex presidente de México, ya retirado en su hogar y sin los reflectores de los medios de comunicación, recibe en secreto a su familia, antiguos colaboradores y amigos. Y en esas interacciones discretas evoca el pasado y descubre relaciones gubernamentales imperdonables, la manipulación y las consecuencias malditas del ejercicio presidencial.
Vive una gran soledad y los remordimientos por sus graves errores durante su mandato que acaba de concluir. Hoy es una figura muy vulnerable e indefensa, víctima de las maniobras de quien le sucedió, que intenta borrar todo rastro de su periodo.
El ex titular del Ejecutivo Federal también es víctima de empresarios influyentes muy enojados, que se sienten traicionados; hoy lo acusan de nepotismo y corrupción. Hoy vive en carne propia la hipocresía de la clase política. La oposición va tras él.
La prensa lo golpea en primera plana, las columnas son demoledoras, las revistas publican reportajes sobre sus erráticas decisiones, los comentarios en la radio son mortíferos para su descendencia, y la televisión que solamente lo aplaudía, también ya le dio la espalda.
El viejo ex presidente, despojado de la banda presidencial está acabado, ya nadie lo toma en cuenta, y todos los males que vive el país son por su culpa. Entregó el Bastón de Mando, hoy no vale nada.
Luis Spota escribió y publicó con gran éxito una serie denominada La Costumbre del Poder. En la última obra de la saga, denominada El Primer Día, describe detalladamente lo que vivió el Presidente Aurelio Gómez-Anda.
Así fue la historia de casi todos los presidentes del PRI y del PAN: tuvieron todo el poder, y acabaron desterrados, o como avestruces, con la cabeza bajo la tierra, cuidando que no se las cortara su sucesor.
Pero al antecesor de Claudia Sheinbaum Pardo, lo señalan como el gran poder tras el trono, quien maneja los hilos del poder y quien logró que le aprobaran todas sus reformas constitucionales. Por si fuera poca la fuerza, lo hizo con un nuevo Congreso que él mismo armó.
Los 24 gobernadores él los entronizó, tiene ya tres ministras, y hasta parece que las listas para buscar una posición en el Poder Judicial de la Federación, las palomeó.
López Obrador no se parece nada a Gómez-Anda, ni su sucesora se apellida Ávila Puig. Ella lo nombra constante en sus discursos, y muchos que militan en su movimiento, guardan una selfie con él.
Qué falta nos hace Luis Spota. Tendría muchísimo material para escribir La Costumbre del Poder II.
COLOFÓN:
+Vaya reacción a nuestra columna del pasado viernes. La clase política queretana discutió nuestro texto. Fue material de análisis de la radio y la televisión del Bajío.
+Hay estudios demoscópicos que apunta a que Morena y sus aliados rebasarían por la izquierda al PAN, por la pusilanimidad de Kuri.
+Recuerden, la falsa alabanza, para ganar la voluntad de la Presidenta, podría concluir en entregar la plaza; y claro, conseguir una embajada.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
GUSTAVO@GUSARTELECOM.COM.MX
X: @GUSTAVORENTERIA
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