Columna invitada

El arte de la difamación

Los sueños comparten frontera con las pesadillas. Quien se dedica a la creación pisa siempre el terreno fangoso de la exposición pública

El arte de la difamación
Daniel Francisco / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Los sueños comparten frontera con las pesadillas. Quien se dedica a la creación pisa siempre el terreno fangoso de la exposición pública. La crítica siempre está al acecho.

Un buen día, por ejemplo, la artista se da cuenta que su felicidad es frágil y que puede desaparecer con la primera crítica. Una frase es suficiente para cercenarle su espíritu: su obra carece de profundidad.

El eco de esas palabras -pronunciadas por un experto- taladra su ser, la devora un torbellino que la arrastrará a la muerte. El crítico culminará su lapidación con un enunciado más: la profundidad de su obra la llevó a la muerte. Esta historia del escritor Patrick Suskind (Un combate y otros relatos) nos recuerda que debemos ponernos cera en los oídos.

¿Quién puede aislarse de los ciudadanos que tienen opinión para todo y viven al acecho de los movimientos de los demás? Heinrich Boll en su libro El honor perdido de Katharina Blum retrata el caso extremo de la reacción ante una calumnia. La protagonista es atacada desde un periódico. No tiene como defenderse. Mira inerme la lluvia de titulares que la difaman:

“-Nunca, nunca jamás volverá a ser como antes. Destrozarán a la chica. Si no lo hace la policía lo conseguirá el Periódico, y cuando el Periódico pierda el interés por ella, ya se encargará la gente de continuar”.

Berta Vias escribe en el prólogo del libro de Boll que Katharina Blum “no parece sentir ningún remordimiento después de haber disparado contra el periodista gráfico que, recurriendo a la manipulación, no dudo un solo momento en destrozar su vida privada”.

En la serie Disclaimer de Alfonso Cuarón se destruye una reputación a través de un libro, letras que se convierten en dardos envenenados, letras para vengar la muerte de un hijo. Los efectos de la ficción en los lectores tienen mayor efecto que las balas.

¿Cómo defenderse de la mentira? ¿Quién tiene blindaje ante el alud de las posverdades?

POR DANIEL FRANCISCO

Subdirector de Gaceta UNAM
@dfmartinez74

MAAZ

 

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