En este espacio hemos subrayado muchas veces los beneficios que trae a las instituciones tener líderes mujeres. Hemos hablado de la diversidad de posturas en la toma de decisiones, de la visibilidad de experiencias, de la empatía y hasta de las mejoras en resultados financieros y nos hemos enojado juntas del lento paso que tienen nuestras ejecutivas a los puestos de decisión y a los Consejos de Administración.
Pero hoy vengo a contarles una historia estupenda, un ejemplo de las cosas increíbles que podemos hacer las mujeres cuando decidimos liderar con el corazón.
En días pasados tuve la oportunidad de conocer un proyecto maravilloso que se fragua desde Grupo Herdez, que fue mi casa por muchos años. Lo dirige una mujer entrañable, Charlotte Oudin, Directora de Barilla México. Desde su marca YeminaMR Charlotte y su equipo, en alianza con Munsa Molinos, han desarrollado un programa de agricultura regenerativa para los agricultores de trigo que proveen a YeminaMR de materia prima para sus productos.
La práctica de agricultura regenerativa está basada en principios agroecológicos y busca restaurar la salud del suelo, mejorar la biodiversidad y aumentar la resiliencia de los cultivos frente al cambio climático. Estas prácticas tienen como resultado que los cultivos necesiten menos agua (43% menos en el primer ciclo) y generen menos emisiones de carbono (7% menos en el primer ciclo) y todo esto acompañado de un mejor rendimiento para el agricultor.
Las mujeres somos catalizadores de la transformación y muchas de nosotras, preocupadas por los retos ambientales y humanos que enfrenta el planeta, nos preguntamos cómo contribuir.
La elección de productos de consumo que siguen estrategias de sostenibilidad, es una manera de hacerlo, como también lo es apoyando a mujeres que innovan, que buscan una mejor forma de hacer las cosas y que son inspiración para comprometernos cada día con lo que nos mueve, como Charlotte:
“Mi propósito es poder capitalizar mis fortalezas y mi experiencia para generar un mundo mejor. Este proyecto es una materialización de mi propósito de vida y me llena de felicidad y gratitud. Gracias a todos los actores de este cambio.”
En un mundo donde los desafíos medioambientales y sociales son cada vez más apremiantes, el liderazgo femenino ofrece una perspectiva única y necesaria. Las mujeres líderes están demostrando que es posible dirigir negocios exitosos mientras se promueve la responsabilidad social y la sostenibilidad.
Su ejemplo debe inspirarnos a asumir más roles de liderazgo y a contribuir con nuestros talentos y habilidades para construir un futuro mejor. Tenemos una responsabilidad y una oportunidad únicas de colaborar en la solución de los grandes problemas de nuestra era. Las invito a unir nuestras fuerzas, aprovechando nuestros talentos y dirigiéndolos hacia la empatía, la innovación y la resiliencia, y así impulsar iniciativas que promuevan la sostenibilidad y la justicia.
Les invito a que nos apoyemos mutuamente, compartamos nuestros conocimientos y experiencias, y trabajemos juntas para desarrollar soluciones creativas y efectivas que beneficien a nuestras comunidades y al planeta. Nuestro liderazgo tiene un poder transformador; es hora de que lo usemos para construir un futuro más sustentable y equitativo para todos.
POR CLAUDIA LUNA
FUNDADORA DE THINK PINK
thinkpink.mx
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