Encuentro Contigo

¿Decidir dar el paso al matrimonio en etapa de enamoramiento es malo?

Sin embargo, el enamoramiento no es tan malo como parece, es parte de un proceso químico y fisiológico que se da en el contacto entre las personas, los animales y posiblemente hasta en las plantas

¿Decidir dar el paso al matrimonio en etapa de enamoramiento es malo?
María Isabel Romero López / Encuentro Contigo / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Comencemos diciendo que socialmente escuchamos y leemos en diferentes plataformas que casarse durante la etapa del enamoramiento es malo; se dice que es una etapa de autoengaño donde los enamorados idealizan y se apegan a sus parejas a partir de lo que creen que la otra persona les va a dar, además de que le atribuyen cualidades que solo están en la imaginación e ilusión del que se dice enamorado. Por lo que casarse en esta etapa no es una decisión correcta pues cuando pasa, las personas se sienten engañadas, decepcionadas.

Sin embargo, el enamoramiento no es tan malo como parece, es parte de un proceso químico y fisiológico que se da en el contacto entre las personas, los animales y posiblemente hasta en las plantas. Gracias a éste, los seres vivos nos apareamos y logramos crear nueva vida, cuando nos relacionamos con la persona ideal lo hacemos a través de nuestros sentidos (vista, oído, tacto, olfato, gusto, se activa por así decirlo nuestro radar de detección de cualidades afines (digamos que es la intuición). (A veces pueden ser agradables o desagradables) podemos relacionarlo con la teoría del apego, misma que dice que repetimos los patrones de apego aprendidos durante el desarrollo. Y cómo no, si las personas estamos estructuradas a partir de patrones de conducta conocidos. De dicho contacto, el cerebro recibe la señal que le indica la necesidad de producir placer, por lo que éste reenvía la orden a los órganos involucrados de producir neurotransmisores como la dopamina, serotonina y oxitocina, sustancias que darán satisfacción a dicha solicitud. Sin la etapa de enamoramiento, posiblemente no tendríamos esta capacidad y seríamos seres aislados y desapegados; psicológicamente hablando, esa incapacidad produce problemas emocionales y mentales en los seres humanos.

El problema, pues, no es la etapa de enamoramiento sino la idealización, la ilusión y las expectativas que nos hacemos sobre la pareja, lo que tiene que ver con la disminución o desatención que damos a nuestros sentidos y a la intuición, pues como ya vimos nos ayuda a detectar características agradables y desagradables. Por ejemplo: cuando comenzamos a salir con alguien y vemos que hace cosas con las que no estamos de acuerdo, pensamos y asumimos que lo va a cambiar, lo pasamos por alto por el deseo de mantener la relación o por miedo a estar solos; sin embargo, no hablar de estas conductas posterga un conflicto que a la larga seguramente crecerá, nos alejará y nos hará sentir desconectados aun manteniendo la cercanía física, lo que seguramente provocará dolor.

Por lo anterior y para que la etapa de enamoramiento, se transforme en compromiso matrimonial. es importante hacer convenios, acuerdos de lo que van a colocar en las maletas de viaje marital. Recuerda que esa mudanza estará dotada de enseñanzas de 2 familias = 2 mundos. Contiene modos de pensar, sentir, hacer, decir las cosas y de relacionarnos. La pareja tendrá que elegir qué entra en la maleta y que no. De lo que entre, habrá que hacer acuerdos para hacer nuevas combinaciones de lo cual surgirá su estilo particular (digamos sus valores). En el camino posiblemente surgirá el conflicto entre cuál es mejor o peor. La invitación es verlo solo cómo funciona o no funciona. PARA NOSOTROS: ¿Funciona esta forma de pensar? ¿Funciona esta forma de sentir? ¿Funciona esta forma de hacer y decir las cosas? ¿Funciona esta forma de relacionarnos? Ok, a la maleta.  Lo que no funcione habrá que soltarlo, dejarlo. Para ello es importante reconocer de dónde viene, a quién le perteneció, la función que cubrió. Dar gracias por el tiempo compartido y decidir dejarlo fuera de la nueva mudanza. Abriendo la posibilidad a un nuevo mundo, una nueva oportunidad de crear y construir en pareja.

POR MARÍA ISABEL ROMERO LÓPEZ 
MAESTRA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA INTEGRATIVA 
 

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