Más allá del conocimiento futbolístico, de la gestión deportiva y manejo de grupo, para que un entrenador tenga éxito en un equipo como el América, es decir, que gane un título, debe saber cómo manejar la presión.
Después de perder 0-3 ante el Pachuca, Fernando Ortiz demostró que todavía está lejos de ser ese personaje que puede tolerar la presión de estar al frente de un conjunto como las Águilas, y eso que la derrota contra el Pachuca no debía representar un escándalo.
Sin embargo, hay un tema que preocupa a la afición de este equipo, más allá de los dos últimos partidos que no ha podido ganar, que lo deja fuera de las posiciones de clasificación directa. Se trata de las actuaciones del portero Óscar Jiménez y la terquedad de Ortiz de mantenerlo como titular, pese a los errores que ha tenido y que le han costado puntos.
En un arranque de enojo, el DT americanista sacó todo lo que traía dentro ante una pregunta, que, bien formulada o no, reflejaba el mal andar del equipo y, sobre todo, que los seguidores ya no están de acuerdo con ver a Jiménez en la portería.
“La afición tiene el derecho de manifestarse como quieran, soy el entrenador; sino que venga alguien a dirigir. Estoy tranquilo, sé las decisiones que tengo que tomar para el bien de la institución”, comentó el entrenador americanista.
Era un cuestionamiento normal, luego de que han sido, por lo menos, cuatro partidos (Toluca, Santos, Atlas y Pachuca) en los que han dejado ir puntos por errores del portero. Lo malo es que, en esta gestión de Ortiz, con tal de no ponerse contra los jugadores, dejó que creciera la presión sobre el portero Jiménez y, aunque ahora vaya a utilizar a Luis Malagón, la bola de nieve se le hizo tan grande que, por eso explotó de la manera en que lo hizo.
Y si ha detectado que el problema de Jiménez es de concentración o de ánimo y no futbolístico, mucho peor su labor, ya que eso también es parte de la gestión de un entrenador y le pagan para tomar decisiones, a veces crueles, duras, pero que son en beneficio del equipo, y no se atrevió a sentar a este portero antes. No se atrevió y terminó regalando puntos.
El calendario del América le pondrá de frente ante más contendientes por el título. Ante el primero, el Pachuca, no logró sacar puntos y el entrenador no aguantó la presión seguramente de sus jefes y de las preguntas ante sus errores y los de sus futbolistas. Imaginen ahora que visita a Tigres y a Guadalajara, en semanas consecutivas, además de recibir después al León y Monterrey.
El América es el único equipo que ha clasificado de manera directa desde que regresó el repechaje; por ahora ha salido de ese grupo que en el Clausura 2023 ganará ese privilegio.
De eso debe estar preocupado Ortiz, eso es lo que debe evitar con su trabajo; aunque hoy manifiesta con expresiones y escenas como la del sábado, que, quizá, no tenga control para manejar la tensión que se genera en América, ya que se había acostumbrado a las preguntas con las que quieren quedar bien o que, realmente, no cuestionan maldita la cosa.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
PAL